El sufrimiento de Kiska llegó a su fin este pasado fin de semana. La orca, considerada la más triste del mundo, falleció después de vivir sola en el paque de Ontario (Canadá); según TMZ el animal pasó casi toda su vida (44 años) viviendo en cautiverio.
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Fue tortura empezó en 1979 cuando fue capturada a la edad de dos años. Ella vivió totalmente aislada, a pesar que estos cetáceos son conocidos por vivir en grupos y tener habilidades sociales muy amplias.
En Marineland estuvo viviendo 11 años totalmente sola y tuvo embarazados forzados, donde sus cinco crías fallecieron. También tuvo previamente varios compañeros que murieron, hasta quedarse sola.
Su aislamiento fue todo un calvario, llegando al punto de viralizarse imágenes donde ella golpeaba su cabeza contra el cristal y dando vueltas en el estrecho lugar. Fue bajo estos factores que se la tildó de la más triste del mundo y las razones la justifican.
Varias organizaciones animalistas llevaban años pidiendo la liberación de Kiska. Acusaron al parque de tener al animal viviendo en condiciones “equivalentes a la tortura”. En las redes sociales se han hecho eco de su fallecimiento, también desde la ONG internacional World Animal Protection, que ha recordado el calvario que vivió Kiska.
La organización Orca Rescues Foundation afirmó: “Durante más de 40 años, ha sufrido la pérdida de su libertad, de sus bebés y todos sus compañeros de tanque. Durante los últimos 10 años, ha estado en completo aislamiento social de otros de su clase. Esto es lo que le ha hecho su soledad y su cautiverio”.