Tras 55 años de exitosa trayectoria, el conjunto humorístico-musical Les Luthiers anuncia su despedida definitiva de los escenarios y Ecuador será parte de esta gira. En Quito será en el Teatro Nacional Casa de La Cultura Ecuatoriana, el viernes 14 de abril a las 20h00, en donde se despedirán de su público.
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Este gran espectáculo muestra que el paso del tiempo no quebranta la cúspide en la originalidad, inteligencia e ingenio del humor que tienen. Nada improvisado, cada movimiento será exacto y efectivo donde la teatralidad, lo musical y la elegancia se marcaran en el escenario.
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MÁS TROPIEZOS DE MASTROPIERO traerá, para los amantes del humor de Les Luthiers, un ramillete de novedades, de risas y carcajadas, que se potenciarán con su proverbial calidad musical. Todo dentro del estilo clásico del conjunto, en el que inteligencia, cultura, refinamiento y elegancia no son obstáculos sino plataformas desde las cuales brindar diversión de calidad a públicos de todas las edades.
Habrá, junto a los ya conocidos, nuevos instrumentos informales y muchas nuevas canciones y escenas, a las que se añadirá una corta selección de obras del repertorio tradicional. El espectáculo gira en torno a una supuesta entrevista —culta, aguda, documentada y ejemplificada— al mítico creador de las obras de Les Luthiers, Johann Sebastian Mastropiero.
En el transcurso de esa entrevista se rememora, con oportunos ejemplos musicales y escénicos, buena parte de la vida del compositor, desde sus primeros fracasos hasta los más recientes.
Los autores de MÁS TROPIEZOS DE MASTROPIERO, son dos de los integrantes “históricos” del grupo, Carlos López Puccio y Jorge Maronna.
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Además de ellos, el elenco 2019 de Les Luthiers está integrado por Roberto Antier, Tomás Mayer-Wolf, Martín O’Connor y Horacio Tato Turano, y actúan como alternantes Santiago Otero Ramos y Pablo Rabinovich.
Con este elenco de prestigiosos artistas Les Luthiers se ha presentado desde marzo de aquel año en 8 países, y ha recibido unánime reconocimiento de público y crítica.
La entrevista de la despedida junto a Tomas Mayer Wolf
¿En este último adiós, qué es lo que se llevan de esta etapa de grandes y maravillosas giras?
Me llevo el disfrute de poder hacer este espectáculo que tanto nos gusta, del cual estamos muy orgullosos, y que de alguna es un broche de oro para la vida y obra de Les Luthiers, y de Mastropiero. Además, siento un profundo orgullo de ser parte de esta etapa de la historia del grupo.
¿Cómo ingeniarse con el humor en medio de coyunturas en las que el enojo a veces prevalece?
El humor de Les Luthiers nunca fue pensado para enojar u ofender. Es un humor que siempre se ha caracterizado por parodiar estereotipos de personajes o eventos, sin mencionar a personalidades o acontecimientos que aparecen en las tapas de los periódicos. Lo que sí fue sucediendo con el tiempo fue que la vara de la corrección política se fue moviendo, y hoy hay que tener un poco más de cuidado al hacer humor con ciertas temáticas, pero este espectáculo mantiene la esencia del humor sano y familiar, y el público lo aprecia y lo disfruta.
¿Qué anécdotas más enriquecedoras se llevan del público?
Más que anécdotas, me llevo la gratitud con la que el público nos recibe función tras función, desde sus butacas, y cuando nos esperan a la salida del teatro. Es muy gratificante ver lo que uno desde su lugar puede aportar para hacer que la gente se ría y la pase bien un rato, y entenderlo que Les Luthiers ha significado para tantas personas, y como en algunas familias este disfrute ha pasado de generación en generación. Hoy a la salida nos esperan padres para agradecernos por haber mantenido viva la llama del grupo, y permitir que sus hijos e hijas hayan tenido la oportunidad de ver y disfrutar al grupo en directo.
¿Qué es lo que más extrañarán?
La risa, el aplauso y el agradecimiento del público por sobre todo. Pero también las giras, las comidas y charlas post función, conocer lugares nuevos, y el disfrute de interpretar material tan maravilloso junto a compañeros tan admirados.
De Ecuador, ¿qué huella les queda en el corazón?
La calidez de su gente. Siempre en Ecuador nos han tratado maravillosamente, y él público ha sido de los mejores de Latinoamérica, con aplausos que por momentos han sido tan estruendosos que hemos tenido que frenar porque no nos escuchábamos a nosotros mismos. ¡Sin duda extrañaremos mucho al público ecuatoriano!
