Las viudas, al igual que la fabricación, venta y quema de mogotes, es una tradición en el país. Según señalan expertos e historiadores es una práctica que hace parte de la identidad ecuatoriana. Cada 31 de diciembre en todas las provincias del país se convierte en una festividad satírica.
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La primeras viudas eran mujeres que se vestían con fradas largas y oscuras, se tapaban el rostro y llevaban consigo un muñeco fabricado de forma artesanal con ropa vieja y paja.
Asimismo, pedían dinero como una forma de caridad frente a la soledad en la que se quedaban porque el viejito se iba a morir. De acuerdo a lo que se conoce en la historia, los ingresos recaudados eran para la elaboración de una comida para quienes estaban en los festejos de la víspera de año nuevo.
Luego se modernizó
Después de los primeros hitos de esta tradicional práctica, fueron los hombres lo que empezaron rescatar la tradición vistiéndose se viudas. Es así que empezaron a aparecer coreografías, bailes y varios estereotipos.
De igual manera, la vestimenta de dama pobre, de luto pasó por el de una mujer atrevida, incluso haciendo alusión a una mujer que seduce a los hombres para conseguir una moneda y pagar las deudas que le dejó el ‘viejito’ (monigote).
Incluso en las festividades, de barrios, empresas, colegios y universidades se han hecho concursos de quienes son las mejores viudas o las reinas de las viudas. Durante 2020 y 2021 estuvo restringido por las autoridades que se den estas prácticas debido a la pandemia del Covid- 19.
Ahora en 2022, vuelve esta práctica tradicional que lleva más de un siglo llevándose a cabo en Ecuador cada Fin de Año.