Halloween es una celebración internacional que se festeja el 31 de octubre. Son varios los países en todo el mundo que conmemoran cada año esta festividad; sin embargo, pocos conocen el verdadero significado de sus tradiciones y símbolos.
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Niños con caramelos, fiestas con disfraces, decoración de hogares y escaparates y comida temática de Halloween son habituales en este día.
Pensar en Halloween es recordar una calabaza con una vela encendida. Actualmente esto ha sido usado con un sentido decorativo. Lo que se desconoce es que este símbolo nació a partir de una leyenda. En esta narración, Jack no pudo ir al cielo ni al infierno, por lo que estaba destinado a vagar sin rumbo. Un carbón del infierno dentro de un nabo iluminaba su camino.
Los pueblos de origen céltico ahuecaban nabos y ponían carbón en ellos para iluminar el camino de regreso al mundo de los vivos a sus difuntos. Los irlandeses en América fueron quienes se dieron cuenta de que las calabazas eran mucho más grandes y fáciles de ahuecar que los nabos.
Trick or Treat
Pedir dulces es la especialidad de los niños, aunque muchos adultos no se quedan atrás. Con un disfraz van de casa en casa predicando el ultimátum “truco o trato”. Esta costumbre debe su origen a la persecución de los protestantes contra los católicos en la Inglaterra de los siglos XVI y XVII.
Varias pandillas de luteranos que protegían su identidad bajo máscaras, celebraban la fecha del descubrimiento de la traición al rey protestante James I y su Parlamento, donde fueron ejecutados. Los protestantes visitaban los hogares católicos y exigían cerveza y pasteles. Esto se hizo muy popular, llegó a América y se unió a la fiesta de Halloween.
Disfraces para Halloween
La tradición de comprar disfraces y de elaborarlos artesanalmente en la noche de Halloween es relativamente reciente. Niños, jóvenes y adultos recorren las calles disfrazados y con sus calabazas para pedir dulces. En Ecuador, los usan sobre todo para asistir a fiestas o concursos.
Según la historia, los celtas, quienes impulsaron hace mucho tiempo esta celebración, usaban máscaras para huir de los fantasmas. Quienes seguían esta tradición, lo hacían motivados por el miedo a los espíritus y a la oscuridad. Los que salían creían que disfrazándose no serían reconocidos por los fantasmas. Se usaban máscaras y capuchas, con el propósito de despistar a los fantasmas en su búsqueda de espíritus.
