Pocas veces se recuerdan episodios de peligro verdaderamente movidos por el amor. Tal fue el caso de John Wojtowicz, un joven que en 1972 planeó robar un banco en Nueva York junto a dos cómplices con la intención de obtener dinero para el amor de su vida.
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El hombre convivía con otro hombre, Ernes Aron pero vestía y se hacía llamar Liz Eden. Solamente que no tenía los medios para pagar los cambios físicos para dejar de ser hombre.
Ese fue el motivo que llevó a Wojtowicz a arriesgar su vida e inspirar una película de culto que tres años más tarde contaría su historia: “Tarde de perros”, con Al Pacino como protagonista.
“Quiero que traigan a mi esposa del hospital. Su nombre es Ernest Aron. Es un hombre. Soy gay”, declaró a las autoridades en medio de un contexto social bastante hostil para la comunidad homosexual.
Los hechos
Junto a dos amigos, Salvatore Naturale y Bobby Westenberg, John entró armado a robar la sucursal del banco Chase Bank en Brooklyn reseñó El Universal.
Lo malo fue que, cuando tenían a todos sometidosy en pánico, se encontraron conque no había casi nada de dindero en la bóveda. Fue una mala hora para robar. De los tres ladrones Westenberg decidió abandonar el lugar.
En medio de la situación, uno de los guardias dio parte a la policía y allí comenzó el verdadero espectáculo, el asunto de negociar con los asaltantes para que liberaran a los rehenes y las inmediaciones del banco se convirtieron en un hervideo de curiosos, periodistas y patrullas policiales.
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“Era un circo”, recordó el periodista Bob Kapstatter en el documental ‘The Dog’. En medio de las tensiones, Wojtowicz se convirtió en el delincuente carismático, en el líder, incluso lo llegaron a admirar porque fue amable con los rehenes, pidió comida para ellos y dio una jugosa promina al repartidos que se acercó a llevarla.
También asumió el papel de negociador y tuvo que ser sincero sobre los reales motivos que lo llevaron a cometer el delito: Necesitaba que el amor de su vida pudiera pagar un cambio de sexo .
“Estaba siendo honesto, fue un bombazo. La liberación gay directo a la yugular”, dijo Jeremiah Newton, un amigo de Aron, en el documental.
La cárcel
Tras 14 largas horas de negociaciones y bajo engaño de una supuesta fuga, Wojtowicz fue capturado. Su cómplice fue abatido cuando ambos fueron llevados al aeropuerto de Nueva York.
En adelante fue procesado y condenado a 20 años de prisión, pero gracias a su buen comportamiento y a que no asesinó a nadie logró salir en libertad condicional en el año 1978.
Vivió feliz con su pareja trans Liz Eden, pero tras incumpluir con su libertad condicional fue llevado nuevamente a la prisión. En ese tiempo su relación amorosa se fracturó y ambos hombres se separaron. Liz vivió con otra persona, se separó y luego murió en 1987. Wojtowicz fue al funeral de quien había sido su amor.
Cuando la película fue estrenada Wojtowicz estaba en la cárcel, pero no recibió suficiente dinero por las ganancias de esta producción, incluso se conocipó que vivía de la caridad social.
Cuando tenía 60 años, en el año 2006, John Wojtowicz murió de cáncer en casa de su madre ubicada en su natal Manhattan. Su historia vuelve a recordarse como un episodio importante dentro de la causa LGBTQ+
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