Yuleysi Coca, reveló los detalles del asalto que sufrió el establecimiento que administra junto a su esposo, el pasado 13 de septiembre. La entrevista la realizó Santiago Castro en el segmento ‘Hackers de la farándula’, del programa matutino En contacto.
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La presentadora y modelo ecuatoriana dijo a través de una llamada telefónica que vivieron momentos de terror cuando cuatro hombres armados ingresaron al local. Su esposo resultó herido de bala, y tres empleados recibieron golpes con las armas de fuego.
“Un hombre llegó y tocó la puerta, le preguntamos qué quería y dijo que buscaba comprar una entrada. Mi hermano le abrió la puerta y, cuando lo hace, se bajan tres personas corriendo de un auto estacionado en el frente e ingresan al local. Todos estaban armados”, expresa Yuleysi a En Contacto.
Asegura que su esposo estaba sentado en una mesa del negocio, cuando llegaron los delincuentes y empezaron a despojar de sus pertenencias a todos los que se encontraban en el local, siendo en su mayoría trabajadores.
Los antisociales se llevaron los celulares de todos, una computadora portátil, 250 dólares americanos que tenían en efectivo. También dijo que su esposo fue herido en un pie cuando se resistió a entregar “una cadena que tiene un valor sentimental para él. Ahí es cuando le disparan”.
De la misma forma, detalló que tres de sus empleados quisieron defenderse “los de mantenimiento no querían darles sus celulares y pertenencias a los ladrones”. Por esa razón, los antisociales los golpearon con las armas de fuego en la cabeza y bajo amenazas los tumbaron en el suelo.
“Uno de los trabajadores logró escapar del negocio para llamar a la policía, pero eso enfureció a los delincuentes que al irse empezaron a disparar al aire para poder amedrentar a las víctimas y que nadie se levantara o saliera del establecimiento mientras se daban a la fuga”, acotó la presentadora.
En su cuenta oficial de Instagram, Yuleysi publicó un video de las cámaras de seguridad del local, donde se ve como tres de los delincuentes esperan en una camioneta a que su compañero logre que le abran la puerta. Todos salen corriendo con las armas en la mano. Se presume que en el vehículo quedó alguien en el puesto del conductor porque no cerraron las puertas del carro para que la huida fuera más rápida.