Berhanu Bulcha, un ingeniero de la NASA, desarrolló un micro-láser de alta potencia, tecnología del GoddardSpace Flight Center, que usa un efecto llamado túnel cuántico que puede servir para encontrar agua en la Luna.
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El diminuto pero poderoso láser tiene terahercios de alta potencia que puede localizar el vital líquido y otros recursos en nuestro satélite natural, una prioridad de la agencia espacial estadounidense que ha fallado con experimentos anteriores.
Bulcha, la mente detrás de este micro-láser, explicó que un instrumento llamado espectrómetro heterodino podría acercarse a frecuencias particulares para identificar y localizar definitivamente las fuentes de agua en la Luna.
Lo único que necesitaría este objeto es precisamente un láser de terahercios estable y de alta potencia como el creado en el GoddardSpace Flight Center, desarrollado en colaboración con Longwave Photonics a través del programa Small Business Innovation Research (SBIR) de la NASA.
Buscando agua en la Luna
El ingeniero destacó que el láser permitirá abrir una nueva ventana para estudiar el espectro de frecuencias: “Otras misiones encontraron hidratación en la Luna, pero eso podría indicar hidroxilo o agua”.
“Si es agua, ¿de dónde vino? ¿Es originario de la formación de la Luna, o llegó más tarde por impactos de cometas? ¿Cuánta agua hay ahí? Necesitamos responder a estas preguntas porque el agua es fundamental para la supervivencia y se puede utilizar para producir combustible para futuras exploraciones”, puntualizó.
Los espectrómetros detectan espectros o longitudes de onda de luz para revelar las propiedades químicas de la materia que ha tocado la luz y la mayoría tiende a operar en amplias secciones del espectro.
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Por su parte, los instrumentos heterodinos marcan frecuencias de luz muy específicas, como infrarrojos o terahercios. Los compuestos que contienen hidrógeno, como el agua, emiten fotones en el rango de frecuencia de terahercios (2 billones a 10 billones de ciclos por segundo) entre microondas e infrarrojos.
Para Bulcha, el único inconveniente de su investigación se encuentra en la tecnología láser existente, ya que “ningún material tiene las propiedades adecuadas para producir una onda de terahercios”.
El experto y su equipo están desarrollando láseres de cascada cuántica que producen fotones de cada evento de transición de electrones que podrían alcanzar los niveles de terahercios necesarios. Su objetivo es que el láser esté listo para volar con el programa Artemis.