En el mundo de las telenovelas, las escenas de amor no solo han sido de las favoritas del público desde siempre, sino también fundamentales. El exitoso remake homónimo de Café con aroma de mujer, protagonizado por William Levy y Laura Londoño, no fue la excepción.
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A lo largo del melodrama de Telemundo y RCN Televisión que arrasa en Netflix, la humilde Teresa Suárez y el acaudalado Sebastián Vallejo encabezaron idílicas secuencias de amor durante el desarrollo de su romance que enamoraron por completo a los telespectadores.
No obstante, aunque la química entre Londoño y Levy traspasa la pantalla, la grabación de estos instantes siempre es todo un reto para sus involucrados. Al respecto, la actriz colombiana contó en una ocasión cómo fue grabar sus besos y esos momentos de pasión con el galán cubano en esta trama.
“Hubo mucha química”: Laura Londoño se sincera sobre sus besos con William Levy en Café con aroma de mujer
Durante una entrevista publicada en la revista española Diez Minutos, la intérprete detrás de la ‘Gaviota’ reveló que besar a su coprotagonista en Café con aroma de mujer era “fácil” a pesar de todos los retos que se presentan durante el rodaje de estas escenas.
“Yo digo que ustedes creen que eso es muy sencillo, pero no se imaginan lo que es besar a semejante guapura de hombre frente a ochenta personas que te están mirando”, comentó en antes de recordar las directrices que recibían al grabar los besos entre sus personajes.
“Así como ‘mira, por favor un poquito más inclinada la cabeza para acá, por favor que no se vea la lengua, por favor que no se den con la nariz, pero que se vean lindos, pero apasionados, con más ganas…”, recordó entre risas en la plática divulgada el año pasado.
“Entonces, son muchas cosas que hacen que sea ‘¡ah, Dios mío!’. A veces es difícil hacer esas escenas de pasión”, reconoció.
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En la conversación, Londoño además aseveró que no hizo falta poner ninguna medida en especial para hacer más agradables las escenas de besos pues Levy es muy respetuoso y profesional.
“Afortunadamente, no me ha tocado nunca poner ningún requisito, pero creo que ha sido porque he dado con compañeros siempre súper respetuosos, por ejemplo, William siempre se comía un chicle antes de las escenas”, compartió.
“O sea, ¡no hay necesidad! No te ponen en la posición incómoda de tú tenerle que decir ‘¡oye, mira!, ¿sabes qué? la próxima vez…’, ¡no!; en ese sentido hubo mucha química, fue todo muy bien”, enfatizó.