La actriz estadounidense Amanda Bynes, de 35 años, está tomando acciones para terminar con la tutela que, hace nueve años, fue concedida a sus padres, Lynn and Rick Bynes, para que éstos tuvieran el control legal sobre sus asuntos financieros y de salud.
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La ex estrella de Nickelodeon, emulando los pasos de la diva del pop Britney Spears, firmó una petición en la Corte Superior de Ventura, California, para cerrar el proceso de custodia determinado por un juez en el 2013. Ante esta solicitud se pautó una audiencia que tendrá lugar el próximo 22 de marzo.
Dice estar lista para recuperar su libertad
David Esquibias, abogado de la actriz, declaró a la revista People que “Amanda desea terminar su tutela. Cree que su condición ha mejorado y que la protección de la corte ya no es necesaria”.
Agregó el abogado que “tras casi nueve años de esta medida, tanto él como sus padres han notado un progreso ‘significativo’ en ella, por lo que están de acuerdo con concluir la supervisión”, acotando además que la protagonista de What a Girl Wants está muy bien, vive en la playa y disfruta de clases de meditación.
Por su parte, Tamara Arminak, abogada de Lynn and Rick Bynes, aseguró que “Lynn Bynes apoya absolutamente la petición de Amanda de poner fin a la tutela y está muy orgullosa de ella y del duro trabajo que ha hecho para llegar hasta aquí”.
Llegar a este punto no ha sido fácil para Bynes
Al igual que Britney Spears, la protagonista de Hairspray ha estado en protección temporal desde 2013. Esta situación ha sido producto de problemas simultáneos de salud mental y abuso de sustancias. La propia Bynes confesó a sus seguidores su trastorno de bipolaridad a través de un tuit en 2014.
Además de sus problemas de salud mental, la vida amorosa de esta bella actriz ha estado signada por las “fake news”.
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En 2020, comenzó una relación con Paul Michael, a quien conoció en un sitio de rehabilitación para alcohólicos. Tiempo más tarde éste utilizó Instagram para anunciar su compromiso, pero tres semanas después anunció que se habían separado.
Michael luego publicó que su cuenta fue pirateada y que el anuncio del rompimiento era completamente falso. Más tarde ese año, publicó una imagen de ultrasonido en Instagram y anunció a su bebé en el camino. Luego borró la foto y el abogado de Bynes confirmó que ella no estaba embarazada.
