Está comprobado que llevar el celular a la cama, antes de dormir, es un error si se quiere descansar bien. Diferentes estudios abordaron esta temática y destacaron que los dispositivos electrónicos -también sucede con la tablet- afectan al funcionamiento de nuestro cerebro.
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El problema no es la luz en sí, no es el fulgor, que no guarda peligro alguno, sino que ésta activa los fotorreceptores (células ganglionares) que se encargan de suprimir la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño.
Un trabajo reciente de la Universidad de Houston, EEUU, confirmó que efectivamente las nuevas tecnologías inciden en la cantidad y la capacidad del descanso, pero además analizó de manera cuantitativa los daños que produce la «luz azul».
Los científicos confirmaron que hay una solución posible para aminorar los efectos. Durante el trabajo reclutaron a 22 voluntarios, a quienes les facilitaron unos anteojos (anti-reflex) que bloquearon este tipo de luz.
Los participantes, que fueron monitorizados durante todo el experimento, las utilizaron durante tres horas antes de irse a dormir con sus dispositivos electrónicos, a lo largo de dos semanas.
Al comparar los resultados con los datos previos, los científicos observaron que el uso de anteojos con filtros especiales aumentó la producción de melatonina en un 58%.
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La conclusión más importante que aporta el estudio es que estar expuesto a la luz azul por la noche reduce notablemente la calidad de nuestro sueño, aunque hay una esperanza», explicó Lisa Ostrin, coautora de la investigación.
El primer paso está dado, solo falta esperar la start up que los produzca en masa para que aquellos que no pueden despegarse del «black mirror» puedan descansar mejor.
Fuente: Infobae