Las prácticas masturbatorias de riesgo matan a entre 80 y 100 alemanes anualmente, advierte un médico forense del estado de Brandeburgo para arrojar la luz sobre este asesino impredecible y frecuentemente no revelado.
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El doctor Harald Voss asegura que entre una y dos personas por cada millón de residentes mueren durante la masturbación por usar deliberadamente técnicas peligrosas para aumentar la satisfacción durante el orgasmo.
La asfixia autoerótica está considerada como la causa más extendida de masturbación letal, así como el electrochoque, aunque es difícil obtener estadísticas precisas de este tipo de muertes, explica Voss.
Los familiares que descubren a sus seres queridos en posturas comprometedoras como resultado de estas prácticas eliminan con frecuencia las pruebas para evitar la vergüenza a la víctima.
«El número de casos no denunciados es extremadamente alto, por lo que es un caso raro en la medicina forense», dijo Voss a Bild, quien personalmente vio solo cinco casos de este tipo a lo largo de sus 30 años de trayectoria profesional.
Además, si la Policía ve que la causa de la muerte es claramente accidental -la víctima está desnuda en presencia de materiales pornográficos sin que se haya dejado una carta de despedida- el cuerpo no se manda a los forenses.
Los riesgos asociados a la autoasfixia suelen subestimarse, a pesar de que con ella se pierde la conciencia más rápido de lo que la gente piensa.
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«Si se presionan ambas arterias carótidas, por ejemplo, lleva 30 segundos como máximo», precisó Voss.
El médico de 59 años contó que las masturbaciones arriesgadas son practicadas por personas de todas las edades, pero detalla que la mayoría de las víctimas son hombres, dado que las mujeres tienden a ser «más cautelosas» con los juegos autoeróticos.