Tanto le costo obtener un Oscar y estuvo a punto de perderlo poco tiempo después de tenerlo en sus manos. Tras ganar como mejor actor en los premios de la Academia, el protagonista de «The Revenant» llegó en un restaurante de West Hollywood, donde estuvo bebiendo y utilizando su ya famoso vapeador, pero al salir del lugar, pareció olvidar algo muy importante.
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