La suspensión en Bulgaria del fármaco contra la covid de AstraZeneca se debe a la muerte de una mujer con patologías previas de 57 años horas después de ser vacunada. Aunque, no se debió a la formación de trombos.
El Gobierno búlgaro anunció este viernes que dejará de vacunar con AstraZeneca hasta que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) garantice que no hay riesgo en su uso.
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«La decisión de suspender la vacunación con AstraZeneca es por la muerte de una mujer de 57 años con varias patologías. Estamos a la espera de la conclusión de los análisis forenses. Definitivamente no se ha diagnosticado la formación de trombos», explicó a la prensa el ministro de Sanidad, Kostadin Angelov.
Varios países europeos han suspendido el uso de esta vacuna tras registrarse casos graves de trombos o problemas de coagulación en personas que la habían recibido.
El ministro y los responsables médicos búlgaros señalaron que era precipitado establecer un vínculo directo entre la vacunación y el fallecimiento y que se debía esperar al resultado final de las investigaciones.
La muerte fue causada por una insuficiencia cardiovascular aguda con edema pulmonar. El ministro aseguró que la fallecida tenía varias patologías previas, entre ellas cardíacas, y presentaba también sobrepeso.
La vacunación se produjo en la tarde del jueves, tras el examen de un cardiólogo que dio el visto bueno. La mujer no tuvo problemas inmediatos tras la vacuna pero esta madrugada falleció antes de que llegaran los servicios de urgencia.
Los resultados de las pruebas realizadas a la fallecida saldrán en una semana, y hasta entonces, al menos, se suspende la vacunación con ese fármaco. Entretanto se espera que la EMA también ofrezca una recomendación, añadió Angelov.
La suspensión del uso de AstraZeneca es especialmente problemática en Bulgaria, un país que ha apostado principalmente por este fármaco y al que los problemas de distribución, junto al escepticismo de la población, le han convertido en una de las naciones que más lentamente está inmunizando.
Hasta el momento, sólo el 4,45 % de la población ha recibido al menos una dosis, menos de la mitad que la media de la Unión Europea.
Dinamarca y Noruega han suspendido temporalmente la vacunación con este medicamento, mientras que países como Italia, Austria o Luxemburgo han dejado en suspenso el uso de algunos lotes concretos. EFE