FV es una multinacional que está presente en gran parte de Latinoamérica, con productos instalados en los más representativos proyectos urbanísticos de varias ciudades.
PUBLICIDAD
En Ecuador, FV lleva 40 años de consolidación de su marca, convirtiéndose en la marca líder en productos de grifería y sanitarios, presente en más del 60% de los hogares del país.
Fruto de este trabajo, la pandemia fue una oportunidad para FV para fortalecerse, gracias al trabajo conjunto de accionistas y colaboradores. Para contarnos sobre este proceso, conversamos con su Presidente Ejecutivo en Ecuador, Gustavo Iñurritegui.
¿Cómo llegas a FV y cómo ha sido tu trabajo en la compañía?
Tengo 58 años, soy argentino y casi toda mi vida profesional la he realizado en FV. Llevo 36 años trabajando en la compañía, los primeros 12 años en Argentina, y los últimos en Ecuador.
Soy contador, mi área es la financiera. Llevo como Presidente Ejecutivo de FV en Ecuador cerca de 12 años y sigo haciendo experiencia con el grupo.
Me gusta mucho el fútbol, soy del San Lorenzo de Almagro, pero aquí en Ecuador soy hincha de Liga de Quito. Estuve a punto de jugar en River Plate en Argentina, pero opté por la carrera universitaria.
PUBLICIDAD
¿Cómo te sientes en Ecuador?
Cuando vine de Argentina, la idea era instalarme en Ecuador por cuatro o cinco años para apoyar la labor del presidente de ese entonces porque la marca en el país estaba creciendo mucho. El hecho de la dolarización, la estabilidad cambiaria, y la tranquilidad que ofrece el país incentiva a muchos a venir acá. Es un excelente país para vivir, por eso ya llevo más de 20 años aquí.
¿Cómo describes a FV?
FV en Ecuador tiene más de 40 años. Eramos y somos el único fabricante de grifería en el país. A partir de los años 95 y 96, contamos con nuestra fábrica de sanitarios. Actualmente, solo existen tres fabricantes en el país en esta línea.
En lo que es grifería, somos líderes, mientras que en sanitarios estamos segundos; pero sumados los dos segmentos tenemos más del 50% de participación en el mercado.
Facturamos en el Ecuador un poco más de USD 60 millones y pertenecemos a un grupo cuya base está en Argentina. Tenemos fábricas en ese país que atienden todo el Mercosur mientras que desde aquí atendemos Ecuador, Pacto Andino, Centro América y el Caribe. También contamos con una fábrica en Brasil que atiende a ese país. Además, contamos con comercializadoras en Estados Unidos.
En total, el grupo factura cerca de USD 600 millones y Ecuador aporta con el 10%.
Además, actualmente contamos con una nómina de 1.100 personas aproximadamente, el mismo número con el que iniciamos la pandemia.
¿Cómo sobrellevaron el último año de pandemia?
Nadie se imagino semejante crisis, pero a nosotros nos sorprendió muy bien posicionados y contábamos con buen respaldo financiero. En marzo, estábamos por repartir los dividendos para Argentina, pero los accionistas con muy buen espíritu de acompañar en la crisis a Ecuador, decidieron que el capital se quede en el país y se lo destine para el pago de sueldos.
De hecho, con esos recursos pudimos cancelar los salarios de marzo, abril y mayo, meses en los que las fábricas estuvieron totalmente paradas y eso ayudó a que ni una sola persona se haya quedado sin trabajo por ese motivo.
Hoy en día estamos con 1150 colaboradores, un 5% más que en el momento en que inició la pandemia, y estamos buscando 70 operarios más. Entre febrero, marzo y abril de este año se abrirán estas nuevas plazas.
Curiosamente, la empresa nunca ha registrado pérdida y los presupuestos de venta para el 2020 eran superiores al año anterior y se contaba con un cierto margen de utilidad. Sin embargo, el poder abrir la planta con el 50% del personal gracias a la semaforización en la primera semana de junio, nos arrojó un balance de mayo con una pérdida de USD 4,2 millones, suma que se equiparaba a la utilidad que esperábamos en el presupuesto inicial.
Los accionistas me preguntaron cómo íbamos a cerrar el año y nuestras premoniciones más optimistas indicaban que cerraríamos con pérdida. Pero el mercado se comportó, al menos para nosotros, de forma impensada. Tuvimos una demanda impresionante de productos, tuvimos que subir fuertemente la producción en grifería y sanitarios, por lo que desde julio hasta diciembre vendimos por encima del promedio de 2019, entre un 10 y 20%.
En noviembre habíamos compensado la pérdida de USD 4,2 millones y lo que se generó en diciembre será la utilidad del año.
¿Qué retos fueron parte de esta reactivación?
La demanda de nuestros productos fue alta, y pese a que teníamos disponible inventario, no era suficiente. En ese momento decidimos llegar a un acuerdo con los colaboradores de la fábrica para que en lugar de tomar nuevo personal se distribuya el trabajo en turnos de dos grupos por 12 horas, ganando horas extras.
Al día de hoy continuamos con esta modalidad, pero ahora estamos en la búsqueda de 70 vacantes porque los muchachos están físicamente agotados por estos meses intensos. Pero quiero agradecer públicamente la buena disposición de los comités de empresas que tenemos y de la gente que aceptó este trabajo adicional, que para ellos significó ingresos extra y a nosotros nos permitió consolidar los incrementos de producción.
¿Qué productos marcan la trayectoria de FV y cuáles se han desarrollado fruto de la crisis sanitaria?
Trabajamos con una amplia gama de productos, desde grifería de jardín hasta juegos de super lujo de grifería. También, hace muchos años el grupo viene trabajando en el tema del ahorro. Un inodoro gastaba hasta 20 litros de agua en descarga; FV tiene sanitarios duales, para descarga de líquidos y sólidos, utilizando 4 y 6 litros de descarga, respectivamente.
En cuanto a duchas, reemplazamos el consumo promedio de hasta 20 litros de agua por minuto, por 9,3 litros; esto gracias al uso de tecnología donde mezclamos agua con aire para generar la misma sensación de volumen en caída de agua para el usuario, con un consumo mucho menor.
Con respecto a la pandemia, se ha acelerado la venta de productos sin contacto, como grifería con sensores o temporizada, tanto para cocina, baños y urinarios para lugares públicos.
Tener la disponibilidad y el desarrollo de estos productos, no fue muy fácil con la poca gente con que contábamos en ese momento, sin embargo, también se logró producir dispensadores automáticos de jabón en gel, alcohol y lavatorios.
¿Qué expectativas tienes en este 2021?
Esperamos seguir consolidando estos niveles de producción y venta que se dieron a mediados del 2020. Este año tendrá altos y bajos, pero nos tenemos que ir acostumbrando a estos oleajes más sinuosos que lo habitual. Creo que el tema de la vacuna viene muy lento en Latinoamérica, y creo que los cambios en las sociedades van a ser importantes.
Difícilmente vamos a volver a la normalidad que solíamos disfrutar antes, va a haber puntos intermedios que vinieron para quedarse.
Creo que el Ecuador tiene buenas perspectivas, tengo confianza. Ecuador siempre ha sido relativamente tranquilo comparado con otros países y, recalco, un excelente país para vivir, por eso ya llevo más de 20 años aquí.
Además, quiero agradecer a los accionistas y casa matriz de FV por el apoyo recibido durante todo el año. Es una multinacional muy seria, no solo son excelentes empresarios, sino tienen un don de gente que también trato de transmitirlo a mi gente.
Además, cabe destacar que venimos trabajando desde hace algunos años con el Gobierno porque hoy se está importando grifería de mala calidad, sin cumplir normas técnicas, que hacen daño a la salud por tener materiales que no corresponden y no son durables.
Esperamos que el nuevo Gobierno apoye a la industria nacional, que produce localmente buenos productos, lo cual se traduce en más empleo para la gente, más ingresos para el Estado y hace que todos tengamos un mejor vivir.