Tras meses de retrasos, el Municipio de Quito decidió este martes 2 de marzo de 2021 que aplicará un modelo de gestión directa en la operación de su flamante Metro, a pesar de que contratará asesoramiento extranjero los tres primeros años y medio.
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«El Directorio (del Metro de Quito) aprobó la gestión directa mediante ‘Asistencia Técnica Especializada Internacional'», dice un comunicado de la Alcaldía que pone fin a meses de incertidumbre sobre el destino de la que es una de las principales infraestructuras de transporte de Ecuador.
Mediante este modelo, la empresa pública a cargo del Metro contratará «la asistencia y asesoramiento» de una empresa pública de la comunidad internacional que brindará acompañamiento y la transferencia de conocimientos al personal de Metro de Quito.
«De esta manera, el capital humano ecuatoriano adquirirá las destrezas suficientes para operar de manera autónoma, eficiente y con estándares de calidad», destaca la nota.
Con ello, el Municipio también espera ahorrar tiempo para poner en marcha el Metro, con un costo más bajo para la operación y mayor confiabilidad del servicio.
«Aquí se ha tomado una definición crucial para beneficio de la ciudad. Quienes vamos a operar el Metro de Quito somos los quiteños, los ecuatorianos, con la garantía de expertos internacionales que nos asesorarán durante el camino», comentó Andrea Flores, gerente general de la empresa del Metro de Quito.
La decisión de este martes marca la recta final para la operación comercial de un nuevo sistema de transporte que busca acortar el tiempos de viaje entre el norte y el sur de una ciudad que tiene más de 40 kilómetros de largo y descongestionar tanto las carreteras urbanas como el resto de sistemas de transporte locales.