La vacuna de Pfizer y BioNTech contra el COVID-19 requiere un almacenamiento a menos 70 grados centígrados, algo que significa un gran reto para garantizar la cadena de frío durante su almacenamiento y distribución.
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Todas las vacunas necesitan estar refrigeradas para mantener la acción del principio activo. Caso contrario, la vacuna perderá su efectividad y no protegerá a la persona que recibió una que no ha estado refrigerada.
Es por ello que en los planes de vacunación que los Gobiernos implementen en sus países se debe incluir la llamada cadena de frío.
A Ecuador, por ejemplo, las primeras dosis llegarán el 18 de enero luego que la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) haya aprobado la aplicación de la misma en el país.
El 16 de diciembre, el Ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, se refirió al almacenamiento de las vacunas en la cadena de frío con hielo seco. Explicó que cada caja de Pfizer almacenará 5.000 dosis y 1.000 frascos y que el procesamiento garantiza que se mantengan las dosis a una temperatura de menos 70 grados centígrados, con una validez de hasta seis meses.
En la actualidad, se efectúan operaciones logísticas con las farmacéuticas y laboratorios que fabrican las vacunas con el objetivo de cumplir los requisitos y exigencias internacionales de cada una.
Sistema «justo a tiempo»
De acuerdo a un documento publicado por Pfizer se indica que ha implementado planes y herramientas logísticos detallados para respaldar el transporte, el almacenamiento y el control continuo de la temperatura de las vacunas. Su distribución se basa en un sistema flexible y justo a tiempo, que enviará los viales congelados directamente al punto de vacunación.
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«Para garantizar la calidad del producto, se han desarrollado contenedores de temperatura controlada que mantienen las condiciones de almacenamiento recomendadas durante periodos prolongados de tiempo», dice parte de una infografía de Pfizer.
La vacuna, según explican, se envasa en viales de vidrio de 2 mililitros. Cada uno contiene 5 dosis. Una bandeja contiene 195 viales y en un contenedor caben hasta 5 bandejas.
Asimismo, esos contenedores están rodeados de 23 kilos de hielo seco. En el mismo se coloca un monitor de temperatura GPS en cada envío. La vacuna debe mantenerse entre menos 60 y menos 80 grados centígrados.
Estos serán monitoreados en una torre de control que rastreará la ubicación y la temperatura de cada envío de vacuna en sus rutas preestablecidas, las 24 horas del día, los siete días de la semana. «Estos dispositivos con GPS permitirán a Pfizer prevenir de manera proactiva desviaciones no deseadas y actuar antes de que sucedan», dice.
«Hemos desarrollado innovaciones de empaque y almacenamiento que se adecuan a la variedad de ubicaciones donde creemos que se realizarán las vacunas. Contamos con transportadores térmicos con temperatura controlada especialmente diseñados que utilizan hielo seco para mantener las condiciones de temperatura de almacenamiento recomendadas de menos 70 grados centígrados hasta por 10 días sin abrir», agrega la farmacéutica.
De igual manera, la intención es utilizar transportes estratégicos de Pfizer para realizar envíos por aire a los principales centros dentro de un país y por transporte terrestre a los lugares de dosificación.
Almacenamiento
Una vez que el punto de vacunación reciba el paquete térmico congelado oficial de Pfizer tiene tres opciones de almacenamiento:
- Congeladores de temperatura ultrabaja, que están disponibles comercialmente y pueden extender la vida útil hasta seis meses.
- Los paquetes térmicos de Pfizer, en los que llegarán las dosis, que se pueden utilizar como unidades de almacenamiento temporal rellenando con hielo seco cada cinco días hasta por 30 días de almacenamiento.
- Unidades de refrigeración que están comúnmente disponibles en hospitales. La vacuna se puede almacenar durante cinco días en condiciones refrigeradas de 2 a grados centígrados.
Según Pfizer, después de un almacenamiento de hasta 30 días en su transportador térmico, los centros de vacunación pueden transferir los viales a condiciones de almacenamiento de 2 a 8 grados centígrados durante cinco días adicionales, para un total de hasta 35 días.
«Una vez descongelados y almacenados en condiciones de 2 a 8 grados centígrados, los viales no se pueden volver a congelar ni almacenar en condiciones de congelación», cierra el documento.