La noche del domingo 30 de agosto del 2020, la ministra de Gobierno, María Paula Romo envió un video de ocho minutos donde respondió a los «ataques e infamias de los últimos días». La funcionaria señaló que estar sujeta a críticas es normal, pero acusarla de delitos es «inaceptable».
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«Como funcionaria estoy sujeta a críticas, así es la democracia, recibo esas críticas con tolerancia, incluso, ante los ataques más viles he tenido siempre la prudencia necesaria para responder en algunos casos y guardar silencio en otros y no afectar las investigaciones, para ser responsables, pero acusar falsamente no es una crítica es un delito», manifestó Romo en el inicio de su video.
La ministra manifestó tres preguntas: ¿por qué?, ¿para qué? y ¿qué intereses defienden? sobre quienes la están acusando. La funcionaria explicó que por su cargo no solo hablaba con el exasambleísta Mendoza, que también era presidente de una Comisión Legislativa, sino con casi todos los asambleístas. «»En ninguno de esos diálogos se habla de repartir nada, ni hospitales, ni nada, ni con él, ni con nadie», ratificó.
En el video, Romo recordó por qué Mendoza está preso, es decir, volvió a explicar del caso del Hospital de Perdernales, que fue a través de una persona que le comentó haber escuchado una conversación, según la cual, tenían que sacar dinero en efectivo del adelanto de la obra, para con ese dinero, asegurar su destitución en un supuesto juicio político y esa información fue entregada a la Policía Nacional. «Los mensajes existen y están notarizados», agregó.
Romo recordó que ella fue la que denunció de este caso en Manabí, relató cómo fueron los allanamientos y acciones de la Fiscalía en este caso, donde se logró la detención de Mendoza. «Desde ese momento, Mendoza ha pretendido meter en su fango a varias personas y defenderse a través del escándalo en la redes sociales como ocurrió este miércoles en una supuesta entrega especial, donde la gran revelación es que Mendoza solo se comunicaba conmigo», dijo.
«Un portal accede al celular de Mendoza, entregado por su padre tres meses después de que está preso y la novedad es que soy el único contacto con el que chateaba, por qué no hay conversaciones con los contratistas detenidos, con su asesor al que se le encontró el dinero en efectivo, con ningún otro político (…) nada más hay conversaciones conmigo y están bien seleccionadas. No, no soy amiga de Mendoza», expresó.
María Paula Romo sí aceptó que respondió a los mensajes de Mendoza pero que lo hizo con respeto y amabilidad y con emojies, porque siempre lo hace así a menudo.
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«Hilar tan fino es un insulto a una ciudadanía crítica e informada, desdibujar un chat es mentir, escoger solo las capturas de pantalla que convienen para una historia es una vileza y acusar falsamente es un delito. Es como decir que (el periodista Ánderson) Boscán es parte de la red de corrupción de hospitales porque su tía es la abogada de (Daniel) Salcedo ó inferir que, porque Telconet pagó una pauta a los periodistas Boscán y Vivanco, entonces, ellos estarían vinculados con las investigaciones que se hacen a su gerente (…) también sería una distorsión decir que, porque Emiliano Donoso ha pagado una pauta con el programa de los señores Boscán y Vivanco y él aparece en chats con Pamela Martínez, entonces, eso los vincularía a ellos de alguna forma con la trama de corrupción del caso sobornos ó decir, por ejemplo, que porque son buenos amigos de Santiago Cuesta se reúnen con él, se encuentran con él, estarían interpretando este caso desde sus ojos, perdiendo objetividad», relató Romo.
Al final, la ministra dijo que el gobernador de Manabí, Tito Nilton Mendoza, fue designado luego de un largo proceso y no fue solo recomendado por Daniel Mendoza, sino por otras personas de Manabí y hasta se reunió con el presidente Lenín Moreno, previo a su designación.
«No hay una sola conversación que se refiera a nombrar al director de un hospital, a un funcionario de salud, a un contrato u obra pública». agregó. «Nunca mis conversaciones políticas se han referido a negocios o negociados o a ilegalidades. Soy una piedra en el zapato de muchos, porque mi actuación afecta intereses políticos y en algunos casos también negociados, tiempo al tiempo y que la justicia continúe con su trabajo».
«Dejen de mentir, a quién protegen o por qué tratan de distraer la atención conmigo, tengo veinte años de hacer política honesta, pueden o no coincidir con mis ideas, no jueguen con mi nombre señores, no es justo, no es correcto. Que la justicia haga su trabajo, que los culpables paguen y que los inocentes no sean embarrados como estrategia de distracción de nadie», concluyó.