Tras la detención y procesamiento por la muerte del afroamericano George Floyd, la esposa del expolicía Derek Chauvin, de Mineápolis, anunció que se divorcia y cambiará su apellido.
PUBLICIDAD
Kellie Chauvin fue reina de belleza de Minesota en 2018. En aquel año se refirió con dulces palabras a su esposo, “bajo todo ese uniforme, es un dulce”, aseguraba.
La pareja estaba a apunto de cumplir 10 años de casados. “El matrimonio no puede ser salvado”, argumentó su abogada en la solicitud de divorcio.
También pidió un cambio de nombre, para no tener nada que ver con el apellido Chauvin, que ha sido repudiado por los hechos.
La mujer trabajaba como corredora inmobiliaria. Actualmente está desempleada y aseguró que no busca dinero del expolicía.
“Es totalmente capaz de mantenerse a sí misma. No necesita manutención conyugal y renuncia a su derecho a recibir manutención conyugal temporal o permanente del demandado”, dice la solicitud de divorcio.
Solicitó quedarse con la titularidad de dos casas: una en Saint Pual (Oakdale) y otra en Windermere (Florida).
PUBLICIDAD
La mujer llegó a los EE.UU. cuando era niña como refugiada de Laos. Se conocieron en un centro médico de Hennepin. Ella trabajaba como técnica en radiología y él llegó con un sospechoso. Fue en el mismo hospital donde declararon a George Floyd muerto.
Tras conocerse la muerte de Floyd la defensa de la esposa del policía que lo mató dijo: «Esta noche hablé con Kellie Chauvin y su familia. Está devastada por la muerte del señor Floyd y sus mayores simpatías recaen en su familia, sus seres queridos y todos los que están sufriendo esta tragedia (…) Aunque la señora Chauvin no tiene hijos de su matrimonio actual, respetuosamente solicita que sus hijos, sus padres y toda su familia tengan seguridad y privacidad en este momento difícil», se lee e un comunicado que dio a conocer su abogado.
Derek Chauvin
Chauvin es el policía blanco que, según se ve en videos grabados por transeúntes, mantiene sometido en el suelo a Floyd, subido a él y con su rodilla sobre su cuello durante varios minutos, sin atender a sus ruegos de que no puede respirar, hasta que llega una ambulancia y se lo lleva sin señales de vida.
La muerte de Floyd, de 46 años, que falleció cuando era detenido por Chauvin bajo sospecha de haber intentado usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado, ha generado violentas protestas en los últimos días que se han ido extendiendo a otras capitales.
Miles de personas desafian el toque de queda implantado y volvieron a protestar por la muerte de Floyd, que consideran un ejemplo más de violencia policial contra la comunidad afroamericana y que ha desatado la indignación ciudadana.