El investigador brasileño, David Lapola, ha advertido que la intervención humana en áreas nativas puede generar desequilibrios ecológicos y exportar enfermedades desde el corazón de la selva. Y que con la devastación de la Amazonía, «la próxima gran pandemia podría tener sello brasileño».
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En una entrevista con AFP, Lapola afirmó que la «Amazonía es un gran recipiente de virus«. Y que si la arrasamos ponemos «a prueba nuestra suerte».
El experto, del Centro de Investigaciones Meteorológicas y Climáticas Aplicadas a la Agricultura de la Unicamp, asevera que en la mayor selva tropical del mundo aún existe la deforestación y degradación, aún cuando tiene extensas áreas preservadas.
«Cuando generas ese desequilibrio ecológico (…) puede ocurrir el salto del virus [de animales a humanos]». Transmisión que ocurre con más frecuencia en el sur de Asia y en África, «donde se encuentran mayoritariamente ciertas familias de murciélagos».
Sin embargo, «la diversidad amazónica podría caracterizar a la región como ‘el mayor repositorio de coronavirus del mundo’«, reza la publicación. Al tiempo se aclara que la «culpa no es de los murciélagos», dijo.
Hasta ayer, Brasil registró como balance total de fallecidos 13.993, mientras que el número de casos confirmados creció hasta los 202.918. Ello dificulta aún más la vigilancia de la selva tropical, ya amenazada.
Para Lapola, es también necesario «refundar la relación de la sociedad con las selvas».
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3.800 soldados en la Amazonía para prevenir los incendios
Durante los tres primeros meses de este año, la deforestación amazónica aumentó un 51 %, según datos publicados recientemente por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).
Esa información confirmó que la tendencia a la destrucción de la selva se mantiene creciente, pues ya el año pasado la deforestación aumentó un 85 % y arrasó 9.165,6 kilómetros cuadrados, lo que supuso el mayor nivel de devastación desde 2016.
Al respecto, el Gobierno brasileño desplegó esta semana en la región amazónica un total de 3.800 efectivos de las tres Fuerzas Armadas, que durante un mes realizarán tareas de prevención y combate a la desforestación ilegal y los incendios.
El vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, afirmó que Brasil «no es un villano del medio ambiente», como en su opinión fue presentado el año pasado, y dará una «respuesta firme» a los problemas de la Amazonía.
Con información de EFE.