Los contagiados por coronavirus tiene el doble de probabilidades de necesitar ventilación mecánica cuando padecen obesidad. La Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) considera una prioridad que las personas con sobrepeso u obesidad busquen asesoramiento para adelgazar.
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“El hecho de reducir, aunque sea mínimamente, su peso supondrá un gran beneficio”, indicó el galeno Francisco Tinahones, presidente de la SEEDO. Los expertos recuerdan que el peso excesivo es uno de los principales factores identificados de mal pronóstico en personas con COVID-19.
La evidencia científica, resultado de investigaciones, ha arrogado que las personas con obesidad tiene peores índices de supervivencia y una peor evolución que el resto. En China se calculó que el 88% de los fallecidos por COVID-19 tenía un índice de masa corporal mayor a 25, lo cual es considerado el limite.
Sin embargo, el 91% de los supervivientes a esta pandemia están debajo de ese valor. Sumado a ello, el 75% de quienes necesitaron respiradores tenía sobrepeso u obesidad, según el estudio francés de la OCDE.
¿A qué se debe?
Tinahones, señala que hay dos factores. La personas con obesidad respira peor, ya que su propio peso dificulta su funcionamiento de la musculatura que debe ayudar a los pulmones. Además, el tejido adiposo contiene una proteína (ACE2) que es catalogada la vía de entrada del coronavirus.
Tinahones apunta a que una de las posibles causas de la diferencia de la infección en España e Italia con respecto a Corea del Sur y China, por poner dos países con mucha menor letalidad, puede estar en la prevalencia de sobrepeso y obesidad.
Por ejemplo, en el caso de la gripe A, la obesidad aumenta la duración de la eliminación del virus (el tejido adiposo puede servir como reservorio). En el caso del SARS-Cov-2, se ha comprobado que también puede infectar el tejido adiposo y luego diseminarse a otros órganos.