El proyecto de Ganadería Climáticamente Inteligente (GCI) que empezó en el 2016 continúa avanzando a nivel regional. Ante eso, se desarrolló el Primer Curso Ecuatoriano Colombiano de Ganadería Climáticamente Inteligente que reunió a expertos y actores para la actividad ganadera con un enfoque climático.
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GCI fue ejecutado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el Ministerio del Ambiente, con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO y financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial GEF (por sus siglas en inglés).
Juan Merino, Coordinador Nacional del proyecto Ganadería Climáticamente Inteligente fue enfático en mencionar que Ecuador es pionero en el enfoque de GCI y que después de tres años ya se han reflejado resultados muy importantes, «no solamente en el país, sino en la región».
Es así que durante la jornada del Primer Curso Ecuatoriano – Colombiano de Ganadería Climáticamente Inteligente (GCI), se visibilizaron los resultados de estas acciones que apuntan a incrementar la capacidad de mitigación y adaptación al cambio climático, disminuir la deforestación, favorecer la resiliencia, disminuir la degradación de suelos y praderas, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) e incrementar la captura de carbono.
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Colombia con su gran experiencia en sistemas silvopastoriles y manejo estratégico nutricional intercambió sus conocimientos con Ecuador que tiene una visión más integral de GCI, de lo que es hacer producción ganadera sostenible y con eso implementar ambas iniciativas en los dos países.
RESULTADOS DE GANADERÍA CLIMÁTICAMENTE INTELIGENTE:
Merino resaltó los excelentes resultados que ha tenido el proyecto de GCI en el país. 33401 hectáreas han sido influenciadas con el enfoque en siete provincias (Guayas, Manabí, Santa Elena, Imbabura, Loja, Napo y Morona Santiago).
«El plus de Ecuador es que tiene toda una implementación del enfoque con buenos resultados, no solamente con vinculación de productores (más de 1000 productores), más de 33.000 hectáreas vinculadas a esta iniciativa, pero también el potencial de reducción de CO2. El país ha reducido más de 24.000 toneladas de CO2 equivalente en las zonas de intervención del proyecto», añadió.
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El GCI ha reducido la vulnerabilidad de los sistemas productivos, pero sobre todo se ha mejorado los ingresos de los productores, en un 11%, se estima Juan Merino.
Herramientas web para monitorear las emisiones GEI:
Lo más visible del proyecto dentro del accionar han sido las herramientas web que han servido para el análisis de la efectividad del enfoque: GLEAM, un aplicativo web desarrollado por FAO para el monitoreo de emisiones de gases de efecto invernadero, cuantificación de riesgo climático y capacidad adaptativa a nivel de finca.
«Nosotros vemos a las emisiones de gases de efecto invernadero como una fuga de energía. Básicamente lo que está haciendo el productor es perder recursos. Esa fuga genera un impacto negativo en el ambiente y al productor en la economía. Esa energía se podría aprovechar como nitrógeno para el suelo, como energía para su finca«, explica Merino sobre la importancia de hacer ganadería sostenible.
Primera Línea de crédito verde en Ecuador
Gracias a los aplicativos web, el proyecto de GCI se convirtió en un aliado estratégico para BanEcuador, quien ha desarrollado una Línea de Crédito Verde para promover esta iniciativa. Se han asignado USD13,6 millones en microcréditos de hasta USD 59.100, plazo de hasta 10 años y tasa de interés preferencial del 9.76%. El primer crédito entregado en el marco de esta línea de crédito fue en la provincia de Manabí, con un monto aprobado de USD 10.000 y un potencial de reducción de emisiones de 40.469,76 kg CO2 eq e incremento del 7,21% en la capacidad adaptativa.
Merino expresa que lo que busca esta línea de crédito, no solamente sea el acceso a recursos de menor costo en cuanto a interés al productor, «sino que esto también genere un impacto en el ambiente y este es reducir emisiones de gas efecto invernadero»
El objetivo es que cuando el proyecto de Ganadería Climáticamente Inteligente culmine, los productores sigan lo replicando. «Lo que buscamos es que ellos interioricen el proyecto, lo mantengan, y lo repliquen con sus vecinos».
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