La Unión Europea y el Mercosur (bloque comercial sudamericano que incluye Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) han hecho un ‘histórico’ acuerdo para crear una de las mayores áreas de libre comercio. El tratado se produjo en un nuevo contexto mundial de tensiones comerciales, principalmente entre China y los Estados Unidos.
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«El acuerdo es un signo de vitalidad y fortaleza de la UE, especialmente en un momento en que los mecanismos multilaterales y el comercio internacional son cuestionados», explica a Metro Arvea Marieni, consultor de negocios de GcM consulting. «Este es el mayor acuerdo comercial que la UE ha logrado. El acuerdo abarcará una población de 780 millones y consolidará las estrechas relaciones políticas y económicas entre la Unión y los países del Mercosur».
«El acuerdo defiende las posturas más elevadas de la inocuidad de los alimentos y la protección de los consumidores, así como el principio de precaución para las normas medioambientales y contiene compromisos específicos sobre los derechos laborales y protección al medio ambiente, incluida la aplicación del acuerdo climático de París y las normas de aplicación relacionadas», añadió Marieni.
«El enfoque de la economía circular garantiza que todos los derechos fundamentales se cumplan de manera sostenible, ya sea alimentos, medio ambiente, salud o desarrollo económico. La tecnología y la innovación pueden ser los facilitadores de ese esfuerzo. Si se hacen bien, incluso los acuerdos comerciales como el Mercosur pueden ayudar»
Arvea Marieni, consultora de negocios en GcM Consulting
Además, reconoce las protecciones geográficas: la UE concede a determinadas empresas derechos exclusivos para utilizar topónimos geográficos para sus productos. «Jamón de Parma» o «Champagne» son algunos de los ejemplos. El acuerdo compromete a Mercosur a proteger 357 «indicadores geográficos» europeos y a la UE a proteger a varios sudamericanos. Este fue un punto delicado en la negociación.
Además, «en términos de negocio», concluyó Marieni, «en 2017 las empresas de la UE han exportado mercancías por 45 mil millones de euros ($50.8 mil millones de dólares) a los países del Mercosur. Maquinaria, coches, piezas de automóviles, productos químicos. La UE espera que 60,5 mil mil empresas de la UE (muchas de las cuales son pymes) se beneficiarán del acuerdo».
3 preguntas a…
¿Cómo cambia el panorama económico mundial después de la aprobación de este tratado?
– El nuevo acuerdo constituye uno de los principales acuerdos de libre comercio a nivel mundial. Implica el acceso a un mercado estratégico con un producto interno bruto (PIB) de más de 17 mil millones de dólares, lo que representa más del 20% del PIB mundial, una población de 780 millones de habitantes e implica a 28+4 países. En el panorama actual, con las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y el estancamiento de la OMC, el acuerdo UE-Mercosur es un punto brillante que podría constituir el comienzo de una nueva ola de acuerdos comerciales, como sucedió a mediados de la década de 1990 con TLCAN.
Podría generar un “efecto de dominó», ya que aumentar el acceso a los mercados dentro del nuevo espacio de libre comercio podría inducir presiones de competitividad fuera del bloque que seguramente podrían acelerar otros procesos de liberación.
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¿Cuál es el punto principal del acuerdo?
– Podría considerarse un acuerdo comercial profundo y amplio compuesto por un comercio y un pilar político y de cooperación. En cuanto al pilar comercial, el acuerdo implica la eliminación de los obstáculos arancelarios (en más del 91 por ciento de los bienes comercializados) en los sectores industrial y agrícola. También implica el establecimiento de cuotas más generosas para los productos agrícolas exportados del Mercosur a la UE y facilita el comercio simplificando un procedimiento comercial de armonización con el consiguiente aumento de la competitividad ten ambos bloques económicos.
Proporciona garantías jurídicas para proteger los productos europeos reconocidos con indicaciones geográficas y elimina los obstáculos no arancelarios. El Mercosur tendrá hasta 15 años para liberalizar los sectores industriales estratégicos, mientras que la UE liberaliza más del 80 por ciento de las exportaciones de productos industriales del Mercosur a la UE sin ningún período de transición.
Por último, incluye el sector de servicios y abre las oportunidades comerciales en tecnologías de la información, telecomunicaciones, sector del transporte, etc.
Con respecto al pilar político y de cooperación, el acuerdo implica importantes mejoras en la calidad institucional con un marco regulatorio común que implicará un incremento de la transparencia y una reducción de la aplicación discrecional de la políticas económicas. Además, el acuerdo tiene un capítulo dedicado al desarrollo sostenible y promueve un estándar más alto en materia de seguridad alimentaria, derechos humanos y derechos laborales.
¿Por qué tardaron tanto las negociaciones?
– Los principales desacuerdos durante las negociaciones estuvieron relacionados con la liberalización de las exportaciones agrícolas del Mercosur a la UE. En particular, los agricultores de la Unión Europea estaban preocupados por un posible fuerte aumento en importación de la carne. Desde el lado del Mercosur, el desacuerdo estaba relacionado con la liberalización en algunos sectores industriales, en particular, la industria automotriz.
Además, activistas medioambientales de la UE argumentaron que el acuerdo podría exacerbar la deforestación y reclamaron un capítulo medioambiental global. Finalmente, los negociadores de la UE ofrecieron disminuir los aranceles y ofrecer contingentes más generosos para los productos agrícolas y la parte del Mercosur acordó desmantelar progresivamente los aranceles de los productos industriales y abrir adquisiciones gubernamentales a proveedores de la UE.
Preguntas y respuestas
¿Protege este acuerdo los recursos naturales?
– América Latina es un «cofre del tesoro» en términos de recursos naturales. Será más y más relevante debido a la escasez de recursos, la población creciente (se espera que llegue a 10,5 mil millones para 2050). Con esta riqueza, viene la responsabilidad. La humanidad se enfrenta a amenazas existenciales: devastación ambiental, extinción masiva y riesgo de que la crisis climática destruya la vida de vastas áreas del planeta.
Podemos responder a estas amenazas sólo mediante un esfuerzo colectivo. Necesitamos una agenda global para la crisis climática y ambiental. La protección de los bosques, por ejemplo, es crucial.
Las normas comerciales pueden ayudar a proteger el medio ambiente si incorporamos mecanismos de sostenibilidad, altos estándares de la UE para la producción y protección de los consumidores en los acuerdos internacionales. Hablé de esto en Perú en una conferencia de la ONUDI en Lima hace unos días.
El acuerdo presta especial atención a que el comercio de recursos naturales como los productos forestales, la pesca y la vida silvestre se basa en principios sostenibles. Su objetivo es prevenir el comercio de productos obtenidos ilegalmente y promover el comercio de productos que contribuyen a la conservación de la biodiversidad.
Piensa en el Amazonas. La UE prohíbe la venta de madera cosechada ilegalmente. Los importadores tienen que tomar todas las precauciones (o ejercer ‘diligencia debida’) para asegurarse de que la madera que importan, incluso del Mercosur, no se ha obtenido de ninguna manera illegal.
Además de estas normas vigentes de la Unión Europea, la UE y el Mercosur se comprometen a combatir la tala ilegal y a promover el abastecimiento de madera procedente de bosques gestionados de forma sostenible.
El acuerdo promoverá la aplicación efectiva de varios acuerdos ambientales multilaterales firmados por la UE y los países del Mercosur, como el Acuerdo de París, la Convención CITES sobre el Comercio de Vida Silvestre, que impone un sistema de autorizar importación y exportación de especies a las que se aplique.
Creo que este acuerdo ha ayudado a mantener el formato 19+1 para la declaración del G20 (ref. Acuerdo de París) en Osaka hace unos días, a pesar del intento de debilitarlo.
