El Instituto Geofísico (IG) informó que se mantiene el nuevo pulso eruptivo del volcán Sangay con explosiones, emisiones de ceniza y flujos de lava en uno de sus flancos.
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Situado en al provincia amazónica de Morona Santiago, el Sangay, de 5.230 metros sobre el nivel del mar, empezó una nueva fase eruptiva el pasado 7 de mayo y se prevé que esa actividad se mantenga durante semanas o meses, según un informe especial del IG.
Dicho estudio señala que la actividad del Sangay se sitúa en dos centros eruptivos, el llamado Cráter Central y el Domo Ñuñurcu, en el flanco suroriental de la cima.
La actividad del Cráter Central se ha caracterizado por explosiones que producen pequeñas nubes de ceniza, de hasta un kilómetro sobre la cumbre, y la salida de rocas incandescentes que ruedan por los flancos hasta unos 2,5 kilómetros pendiente abajo.
De momento, no se ha reportado la caída de ceniza en centros poblados cercanos a la montaña, situada en un zona despoblada del ramal oriental de los Andes ecuatorianos.
Sobre la actividad del Domo Ñuñurcu, el IG precisó en su informe que está se caracteriza actualmente por ser efusiva, con un flujo de lava de 470 meros de largo que baja por el flanco suroeste de la montaña y que, a veces, produce pequeños flujos piroclásticos o avalanchas de gas, ceniza y rocas ardientes.
«Esta actividad es típica de las fases eruptivas del Sangay en los últimos años» y se espera que el actual pulso dure varias semanas o meses, aunque «no se puede hacer un pronóstico más completo por falta de datos geofísicos y no se puede descartar un aumento de la actividad en el futuro», precisó el Instituto.
Este «estrato volcán» es el último en el sur de Ecuador y está ubicado en la llamada Cordillera Real, con una actividad permanente registrada desde 1628.
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El Sangay forma parte del medio centenar de volcanes que se levantan en Ecuador y junto al Reventador, así como a otros en las Islas Galápagos, se encuentra entre los más activos del país.
Con información de EFE
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