Carruth solía ser un jugador estrella del fútbol americano con las Panteras de Carolina del Norte.Pero un día pagó USD 6.000 a un hombre para que matara a su novia, quien estaba de siete meses de embarazo, su nombre era Cherica Adams.
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El hijo que estaba en el vientre de su víctima, nacido con parálisis cerebral, nunca quedará bajo su custodia, asegura la abuela.
El asesino a sueldo Van Brett Watkins disparó cuatro veces contra el auto de Adams, que murió un mes más tarde. La mujer sufrió heridas en el cuello y en la espalda, según le contó a la operadora de emergencia.
Por suerte ninguno de los proyectiles alcanzó al hijo, pero Chancellor Lee Adams nació prematuramente con parálisis cerebral.
Carruth fue condenado a entre 18 y 24 años de prisión por el crimen. El lunes, casi dos décadas después, salió de la cárcel.
En enero, Carruth le había enviado una carta abierta de 16 páginas a la persona encargada de la custodia legal de Chancellor, su abuela materna Saundra Adams, pidiéndole que lo dejara ser parte de la vida del muchacho.
Carta
«Significaría todo para mí poder conocer a mi hijo y tener una relación con él», le escribió el ex atleta a Saundra Adams a través del Canal 3 WBTV de Charlotte.
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«Me pertenece», decía el padre.
«No», respondió la abuela, «y nunca va a ser tuyo».
«Aún noto su actitud narcisista», le dijo Saundra Adams al canal de televisión. «Aún veo su egoísmo. Él quiere que todo se trate de él».
«Vamos, Sra. Adams, la realidad es que usted no va a estar ahí para siempre», decía Carruth en aquella carta. «En algún momento alguien tendrá que hacerse cargo del cuidado de Chancellor».
El ex estrella de las Panteras de Carolina del Norte le había escrito varias veces a la abuela de su hijo, y nunca tuvo respuesta. Por eso en enero lo hizo con una carta abierta dirigida al canal de televisión y reabrió el caso en el debate público.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que renunciara a su propósito, quién sabe si por la reacción de Saundra Adams o porque buscó asesoría legal para no complicar las cosas.
A fines de febrero, en otra carta, esta de sólo cuatro páginas, dirigida al reportero Scott Fowler, del diario Charlotte Observer, Carruth, quien ahora tiene 44 años, decía que la relación que buscaba con su hijo nunca iba a ocurrir.
«A todas las personas involucradas en este penoso asunto, por favor, cálmense», escribió entonces el padre. «No seguiré buscando una relación con Chancellor ni con la Sra. Adams. Prometo dejarlos tranquilos, lo que ahora veo que es lo mejor que puede pasar para todos».
Una vocera del ex atleta citada por New York Post le dijo a la prensa que Carruth vio que Chancellor era feliz y saludable y prefería no interferir en su vida. Pero eso sí, añadió, él está dispuesto a asumir la responsabilidad financiera que le toca con su hijo. Y que quiere ayudarlo.
En 2003, más de dos años después de haber concluido el proceso en el cual Carruth fue condenado a entre 18 y 24 años de prisión. Un tribunal civil le concedió a Saundra Adams USD 5.8 millones por daños y perjuicios, pero la abuela del muchacho asegura no haber recibido casi nada de dinero desde entonces.
En la cárcel Carruth se hizo barbero, y ganaba apenas un dólar al día después de haber cobrado alrededor de USD 40.000 por juego a finales de los 90 en la liga profesional del fútbol americano, la NFL.