En Tabacundo, al norte de Quito, se logró ayer un récord Guinness con la construcción de una pirámide de rosas. Esta fue elaborada con más de 500.000 rosas producidas en el país.
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Juan Gabriel Cruz, técnico del cantón Pedro Moncayo, del que Tabacundo es cabecera, confirmó a Efe que lograron el reconocimiento por la estructura de rosas más grande del mundo en las que incluyeron 546.364 unidades.
El reconocimiento lo lograron una semana después de una primera inspección pues, el pasado sábado, los supervisores del Guinness hicieron algunas recomendaciones, como elevar la plataforma para lograr una inclinación.
Cruz explicó la semana pasada que supervisores de Guinness «se dieron cuenta de que entre los elementos para los que estamos calificados está la estructura más grande del mundo con flores, pero aquí tenemos dos estructuras».
Se refería a la edificación de 1.100 metros cuadrados que imita a una de las pirámides de Cochasquí, un importante patrimonio natural y arqueológico del cantón Pedro Moncayo, y de la alfombra floral aledaña.
Precisó que para que ambas sean consideradas una única estructura, los veedores del Guinness les señalaron que la alfombra debe tener una determinada inclinación y partir de la propia pirámide y no como había sido concebida hasta ahora, debido a que ya existe el récord mundial muy superior de alfombra floral.
Durante los últimos ocho días realizaron los trabajos recomendados por los técnicos expertos en el tema para la mejor conservación de las rosas y la modificación de la rampa.
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Cruz señaló que rompieron su propio récord pues al final colocaron «más de un millón de rosas» pues con el paso de los días y las condiciones del clima algunas se malograron.
Colocaron así a Tabacundo en la lista de los célebres récords mundiales, que se sumó al de 2005 -el más cercano al de hoy- en Fráncfort (Alemania) de una estructura con un arreglo que incluyó 170.000 flores.
Los trabajos para levantar el monumento de rosas comenzaron el pasado 9 de julio con flores que llegaron desde 150 plantaciones distribuidas por toda la sierra ecuatoriana.
Los habitantes del cantón, perteneciente a la provincia de Pichincha, de la que Quito es su capital, colaboraron voluntariamente en la construcción del arreglo de las rosas que servirán posteriormente para la elaboración de abono. EFE