La atracción en cuestión se llama Verrückt, que significa ‘loco’ en alemán. Las dimensiones del juego son 51 metros, el equivalente a 17 pisos de altura. El tobogán acuático más alto y rápido del mundo está ubicado en el parque Schlitterbahn de Kansas City, Estados Unidos).
El tobogán fue escenario de una tragedia en agosto de 2016. Caleb Schwab, un niño de 10 años, murió decapitado al deslizarse por él, 182 días después de ser inaugurada.
John Schooley, creador del juego, ha sido detenido este martes 3 de abril por agentes federales bajo los cargos de asesinato en segundo grado e imprudencia temeraria. En los seis meses que estuvo abierta, Verrückt, produjo 13 lesiones y dos conmociones cerebrales, incluida la de una adolescente de 15 años que quedó temporalmente ciega, según una querella presentada en Kansas.
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Para probar este tobogán, los usuarios tenían que subir 264 escalones. Ademas los usuarios deben estar dispuestos a superar los 100 kilómetros por hora durante el descenso hasta el agua, que se producía en una pequeña balsa de goma de tres plazas.
La muerte de Caleb se produjo después de que su balsa saliera volando del tobogán. Schooley podría pasar los próximos 41 en prisión. Jeffrey Henry, han sido acusados de construir Verrückt sin la capacidad técnica o la experiencia suficiente.
Acusados
El único objetivo, según el gran jurado, eran impresionar a los intrépidos usuarios de la atracción, que fue incluida además en el libro Guinness de los récords.
Un portavoz del parque acuático de Schlitterbahn, donde se ubicaba el tobogán, defienden que sus propietarios son inocentes. Argumentan que el parque lleva cuatro décadas entreteniendo a millones de visitantes. ABC