La furia de la hinchada del América por el bajo desempeño del equipo parece no dar tregua. En la interceptación de una llamada telefónica cuyo audio fue recuperado, la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) descubrió un violento plan que se ejecutaría este miércoles en el Pascual Guerrero, durante el partido América vs Envigado de este miércoles.
PUBLICIDAD
El el audio, compartido en la cuenta de Twitter de Acolfutpro, se oyen dos hinchas hablando sobre la forma en la que van a cometer el ataque: «Esa es, mi hermano. Armamos el quilombo ahí dentro del estadio, es ahí, no nos calentamos afuera en la calle que nos vayan a dar bala ni que nos vaya a coger la ley. Papi, allá adentro del estadio es todo», dice uno de ellos.
Según la conversación, la agresión a los jugadores se realizaría durante el calentamiento: «Esperemos que salgan a calentar, pero eso sí, nos tenemos es que meter una banda bien poderosa, papi. (…) Necesitamos es meternos los locos, unos 15 o 20 que azotemos a esos manes porque yo los quiero es azotar, yo no quiero ir a reclamarles ni a quitarles la camiseta, vamos a azotarlos, papi».
El final de la grabación evidencia que el ataque sería solo contra algunos de los futbolistas: «Ahí sacamos una lista de los que no vamos a golpear, yo me imagino que Diego Hérner sería uno de los que, a lo bien, no aguanta ni siquiera hacerle nada», continúa el vocero.
Tras la denuncia de Acolfutpro, las autoridades de Cali se apropiaron del manejo de la situación y lograron que los dos hinchas que estaban planeando el sabotaje comparecieran ante la Fiscalía y se les prohibiera el ingreso al estadio para el encuentro de este miércoles.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cali, general Hugo Casas, comunicó que las dos personas eran líderes de la barra del Barón Rojo y ya fueron presentados ante la Fiscalía para que se hicieran responsables de las consecuencias por convocar a los barristas para agredir a los jugadores en América vs Envigado.
PUBLICIDAD
«Esto ya tiene una investigación y no se les va a permitir el ingreso al partido. Vamos a ser contundentes ante cualquier hecho que incite a desorden público. (…) Tenemos aproximadamente 900 policías en la parte interna y externa del estadio, unos dispositivos especiales en los corredores viales y barrios y aproximadamente 60 puntos de intervención que consideramos críticos», añadió el general Casas.