El infanticidio de Gabriel Cruz no es lo único por lo que se investiga a Ana Julia Quezada, pareja del padre del menor, ya que luego que se encontrara el cuerpo del pequeño en el maletero de su auto reflotó un viejo caso.
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En 1996, una hija de Quezada, llamada Ridelca Josefina, falleció tras caer por la ventana de un séptimo piso en Burgos. La policía investigó la muerte de la niña de cuatro años, adoptada por el esposo de Quezada de ese entonces, y se llegó a la conclusión de que fue un accidente, según El País.
No obstante, las características del actual crimen por el que se investiga a la dominicana como única sospechosa llevaron a la justicia a revisar el caso de hace 22 años y dar un seguimiento a la vida que tuvo en Burgos.
Hace 22 años
Según los relatos de fuentes policiales que conversaron con el medio español, el padre adoptivo, luego de revisar el dormitorio de la menor, se dirigió a la pieza de juegos que ocupaba la niña y su hermana (hija de ambos y que ahora tiene 24 años).
Tras notar la ventana abierta, se asomó y encontró el cuerpo de la pequeña Ridelca en el suelo del patio interior del complejo de departamentos.
El testimonio del padre adoptivo señala que él se fue a acostar alrededor de las 22:30 de ese 13 de marzo y que no sabía «a qué hora se acostarían sus hijas y la madre».
Ana Julia Quezada no dio su declaración en este caso porque «sufría una fuerte excitación nerviosa» que la imposibilitaba para hacerlo.
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