La Iglesia católica retiró a todas sus monjas de la violenta ciudad de Chilapa, en el sur de México, luego de que dos curas fueron asesinados hace pocos días en la región.
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Los padres de una religiosa fueron asesinados, y la escuela parroquial tuvo que cerrar varios meses debido a las amenazas de grupos de narcotraficantes que operan en la zona, informó la diócesis de la región en un comunicado.
Las monjas administraban una de las escuelas más antiguas y respetadas de Chilapa. La Iglesia no especificó cuántas religiosas tenía allí, pero la prensa local dijo que eran cuatro, y también reportó que los padres de la monja habían sido destazados.
La diócesis exhortó a las pandillas a que no afecten la educación de los pequeños, y dijo esperar que pueda hallar a otros docentes para que se encarguen de la escuela.
“Exhortamos también a los grupos delictivos que no toquen, ni destruyan, una de las cosas más sagradas que tenemos: la educación de nuestros niños y jóvenes», dijo la diócesis, y destacó que si la escuela cierra de manera permanente, los pequeños se quedarán sin educación de calidad.
Los dos sacerdotes murieron y otras cuatro personas resultaron heridas el 5 de febrero cuando unos pistoleros atacaron su vehículo en el momento en que regresaban de un concierto en otro poblado de la diócesis.
Uno de los curas había sido fotografiado sosteniendo un fusil de asalto en compañía de hombres armados y enmascarados. El obispo Salvador Rangel dijo que el clérigo tenía que entrar en una zona donde abundan las minas controladas por los narcotraficantes. Indicó que el sacerdote tenía que saludar a los hombres armados para poder ingresar.
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La procuraduría de Guerrero se esmeró el jueves en aclarar que los sacerdotes no pertenecen a ningún grupo del narcotráfico.
Indicó también que, a diferencia de otras versiones que se han dado sobre lo ocurrido, ni los clérigos ni ninguna de las personas que los acompañaban se enfrascaron en una discusión en el concierto al aire libre. Sin embargo, señaló, sí hubo un incidente cuando los espectadores salían en sus vehículos.
Los fiscales habían dicho días antes que al concierto de música de banda asistieron capos del narcotráfico.
Por otra parte, la Procuraduría General de la República informó el jueves que halló dos cadáveres en el estado de Nayarit, en la costa del Pacífico, que podrían ser de dos agentes secuestrados hace pocos días y que luego fueron obligados a leer declaraciones en un video grabado por un grupo del narcotráfico.
La dependencia dijo que los muertos fueron hallados en Xalisco, Nayarit, una ciudad vinculada al tráfico de heroína hacia Estados Unidos. Se practicarán pruebas de ADN a los cuerpos para confirmar su identidad, dijo la agencia federal.
Los agentes de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada desaparecieron el 5 de febrero. Unos días después surgió un video en el que aparecían arrodillados y maniatados, rodeados de hombres armados, mientras confesaban supuestos abusos cometidos por las fuerzas policiales.
Los secuestradores al parecer pensaban que se trataba de agentes encubiertos, pero las autoridades dijeron que los agentes estaban en días de descanso y asistían a un evento familiar en Nayarit cuando desaparecieron. AP