Los ecuatorianos en EE.UU., el segundo electorado en el exterior después del de España, votaron este 4 de febrero menos en la consulta popular de su país que en otras elecciones debido al mal tiempo en varios estados y el miedo a las redadas migratorias.
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«La participación es bastante baja comparado con otras ocasiones. Hay que recordar que muchas personas tienen que manejar hasta tres horas para llegar a su consulado y hoy hay miedo de salir a la carretera con la lluvia helada y la amenaza de nieve», explicó a Efe el cónsul de Washington, Miguel Carbo.
Estaban llamados a las urnas más de 100.000 ecuatorianos en Estados Unidos, una comunidad que se concentra sobre todo en el área de Nueva York y Nueva Jersey, donde además del mal tiempo hay mucho miedo por las redadas migratorias del Gobierno de Donald Trump.
Ese temor hace que muchos ecuatorianos no acudan a votar y ni siquiera se registren en su consulado, «porque las redadas es algo que está ocurriendo mucho en los trenes en Nueva York», comentó a Efe Genny, una ecuatoriana de Manta que prefiere no dar su apellido por compartir en parte ese miedo.
«Ese temor lo vimos mucho en las elecciones presidenciales de febrero y abril del año pasado, ahora la gente se ha ido acostumbrando, creo que hoy ha sido más el mal tiempo lo que ha hecho que la gente no venga que ese miedo, pero persiste», indicó el cónsul.
Esa diferencia con otras comicios, en jornadas con mejor tiempo, fue uno de los temas más comentados en la entrada del Columbia Heights Educational Campus de Washington, donde a media jornada los votantes seguían llegando a cuenta gotas y cubiertos con abrigos y paraguas.
El otro asunto en boca de todos fue que varias personas, tras haber hecho el esfuerzo de enfrentar la inclemente meteorología, se encontraron con que no aparecían en el registro y, por tanto, no pudieron votar.
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Fue el caso Danny Purcachi y su madre, Ofelia Ramos, que manejaron casi una hora desde Baltimore y se llevaron la gran decepción de no poder participar en la consulta pese a que se registraron el pasado octubre.
«Es una lástima porque es algo que está bien, ya que estas preguntas ya se hicieron en la Asamblea (cuando gobernaba Rafael Correa) pero nunca al pueblo», comentó a Efe el joven.
La consulta del presidente Lenín Moreno se considera un referendo sobre el giro político que ha dado respecto a su predecesor Correa, de quien fue vicepresidente.
Los ecuatorianos, que ya han tenido otros procesos consultivos similares en el pasado, se enfrentaron esta vez a una papeleta electoral con siete preguntas sobre temas tan importantes como la anulación de la reelección indefinida.
«En la papeleta están muy claras las preguntas, pero aún así muchas personas se acercan a preguntar para asegurarse de que responden bien», apuntó el cónsul.
Algunos electores, como el quiteño Marcelo, expresaron su hartazgo por «tener que votar otra vez para deshacer cambios que se hicieron recientemente».
«El país no puede estar cada cuatro u ocho años en consultas, para eso elegimos a los representantes. Esto es una pugna entre panas (entre amigos)», apuntó Wagner, también quiteño, en referencia al enfrentamiento político entre Moreno y Correa.
Pese a considerar esta consulta «otro juego», acudieron a votar porque consideran que si no lo hacen pueden salir perjudicados si deciden regresar a Ecuador.
Este es un miedo que manifestaron varios de los electores con los que conversó Efe, pese a que el voto es voluntario para los residentes en el extranjero, excepto para los que son miembros de mesa electoral.
En Ecuador es obligatorio, con pena de multa, acudir a las urnas para todos excepto los menores de 18, los mayores de 65 y otros colectivos como militares y policías.
En el centro educativo que sirvió como centro de votación a los residentes inscritos en el consulado de Washington pudieron verse sobre todo familias con hijos y personas mayores.
En el consulado de Washington D.C. -que engloba también a los estados de Delaware, Maryland, Virginia y Virginia Occidental- están registrados 2.685 ecuatorianos, pero el mayor volumen lo tienen los de Nueva York (34.272) y Nueva Jersey (32.516), donde se asentó «la inmigración más antigua de los años 1940 y 1950» y «sigue llegando la nueva», señaló el cónsul.
Les siguen en número de electores Connecticut (10.185), Illinois (7.390), Florida (5.697), California (5.104), según datos facilitados a Efe por la Embajada en las últimas elecciones generales de 2017.
Fuente: EFE