La asambleísta Gabriela Rivadeneira, dirigente del ala correísta del movimiento oficialista Alianza País, reveló este 16 de enero a Efe que su grupo se escinde de la formación con el expresidente Rafael Correa al frente, con el argumento de que «se ha entregado la organización política por asalto al actual Gobierno».
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«Hemos vivido durante los últimos meses el rompimiento del Estado derecho en el Ecuador y también la ruptura del debido proceso», denunció en conversación telefónica en la que acusó al Tribunal Contencioso Electoral (TCE) de «entregar la organización política por asalto» al Ejecutivo de Lenín Moreno.
Esa instancia ratificó el lunes a la actual directiva del movimiento gubernamental, afín a Moreno, tras rechazar un recurso de apelación presentado por Rivadeneira contra la decisión del presidente de encargar la conducción del grupo a Ricardo Zambrano.
«Hemos evidenciado cómo el poder político del actual Gobierno ha incidido también en los otras funciones del Estado para que el día de ayer el TCE cediera a una presión política y entregara la organización por asalto al actual Gobierno», sostuvo.
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«No podemos legitimar con nuestra presencia esta organización», adujo, una medida que no obstante, aseguró, «nos duele porque fuimos nosotros quienes la construimos».
Confirmó que en la noche del lunes los cuadros políticos y «la dirigencia histórica» liderada por Rafael Correa iniciaron el proceso de desafiliación del movimiento.
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Y pidió que el Consejo Nacional Electoral les permita iniciar los trámites de recolección de firmas con vistas a la creación de un nuevo partido.
Las afirmaciones de Rivadeneira se produjeron en coincidencia con la visita que realizó Correa hoy al CNE en la provincia costera de Los Ríos con el objetivo de desafiliarse oficialmente de AP.
En un acto convocado en ese sector el exmandatario manifestó: «La revolución está con nosotros, el futuro está con nosotros».
Acompañado por algunos seguidores solicitó el formulario para darse de baja de la formación que fundó en 2006 y con la que gobernó el país hasta mayo pasado.
Uno de los militantes concentrados en el evento afirmó en voz alta que «Moreno se lleva el membrete, pero no la Revolución Ciudadana», consigna bandera del movimiento que ahora abandona una importante facción histórica.
La separación en dos grupos del movimiento que gobierna Ecuador desde 2007 se produce tras varios meses de enfrentamientos verbales entre Moreno y Correa por desavenencias ideológicas y el procesamiento del entonces vicepresidente Jorge Glas.
A finales de octubre el ala correísta dio un golpe de timón al destituir a Moreno como líder de AP y dar a conocer una nueva dirección liderada por el excanciller Ricardo Patiño, medida no reconocida por los tribunales ni por el CNE, pero que dejó patente la profunda división política en la formación gobernante.
Correa se encuentra desde la primera semana de enero en el país haciendo campaña por el no en la consulta popular prevista para el 4 de febrero, que recoge entre otras preguntas, la de derogar la reelección indefinida de gobernantes. EFE
