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¿Bailamos bien los pasacalles quiteños?

De acuerdo con Byron Mendoza, Maestro especializado en danza ecuatoriana, explicó que, aunque para presentaciones de compañías de danzas se imponen potro tipo restricciones técnicas, en realidad ‘la música es para bailarse libre’.

El pasado 23 de noviembre se iniciaron las Fiestas de Quito y con el pregón la música, conciertos, gastronomía y tradiciones se han tomado la ciudad.

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Uno de los síntomas más claros para saber que ya estamos en las fiestas es escuchar El Chullita Quiteño, Edén de Maravillas o Lindo Quito de mi vida; y cómo no, bailarlos.

Sin embargo, seguramente alguna vez te has encontrado con alguien que dice: ¿Cómo se baila?

Todas las respuestas no las tenemos, pero sí  preguntamos a cerca de 10 personas y, en resumen, estas fueron sus respuestas: ‘zapateando y aplaudiendo’, ‘con aplausos, dando vueltas y moviendo la cadera’, ‘zapateando, poniendo las manos detrás de la cadera, un poco encorvados’.

Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo realmente se bailan los pasacalles?

De acuerdo con Byron Mendoza, Maestro especializado en danza ecuatoriana, explicó que, aunque para presentaciones de compañías de danzas se imponen potro tipo restricciones técnicas, en realidad ‘la música es para bailarse libre’.

Entonces, ¿todos bailamos bien?

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Pues, sí. ‘Nuestros abuelitos no es que conocían de pasos ni ballet, solo se dejaban llevar por el ritmo’, explicó el experto.

Además, Mendoza destaca que el pasacalle no es es complicado debido a que tiene un marcaje básico de ‘1-2, 1-2, 1-2’.

No obstante, destaca que los pasacalles ‘vienen a convertirse en himnos de cada ciudad’ y, en este sentido, sí hay ligeras diferencias sonoras.

Por ejemplo, explica que el pasacalle costeño aparte de las guitarras, introducen  bandolín o acordeón; mientras que el serrano ‘es un poco más frío’ e interviene más los bandolines, las guitarras, las dulzainas, los pífanos.

¿Cómo bailar pasacalle de una forma más estética?

Al hablar del parámetro técnico, Mendoza explicó que a pesar de que se trate baile popular, si al pasacalle se lo estiliza al incluir danza o ballet contemporáneo, va a variar un poco la postura, la espalda, los brazos, entre otros.

Entre las exigencias técnicas están mantener la espalda bien erguida, levantar el mentón, no bajar los brazos más abajo del hombro, manejo correcto de brazos, manejo correcto de dedos, vestuario adecuado con respecto el tema que se interpreta.

En cuanto al marcaje, se afirma que este no variar y que más bien se debe prestar atención a la música que se interpreta.

Al escuchar de qué habla el tema musical, por ejemplo: ‘Yo soy el chullita quiteño, la vida la paso cantando’, se recomienda armar una parte, una estampa, que tenga relación con la música.

Sin embargo Mendoza sostuvo: ‘Bailamos bien, ya cuando estamos en alegría, ya no nos importa. Todo es parte de lo que va sintiendo, si uno empieza a gritar ‘que viva Quito’, dejar que surja la sal quiteña, eso ya depende de cada uno (…) Todos los ritmos son para sentirlos, son para bailar, todo depende de la actitud de cada persona. Hay que aprender a soltarnos’.

‘La gente lo que hace es más sentir la música. Todos tenemos la tendencia de que al oír música, empezamos a movernos’, finalizó.

El pasacalle en Quito:

Sobre el origen del pasacalle en Quito, se explicó que en la época de la colonización, al intentar lucirse o mostrar a las hijas de los hacendados, se salía a las misa o a la plaza.

En estas caminatas se marcaba el paso. De esta forma nació el pasacalle: ‘un caminar por la calle’.

Poco a poco se le fueron introduciendo características propias de cada lugar y se fueron incorporando movimientos elegantes  y coquetería.

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