Al menos siete personas acusadas de beber sangre humana durante ceremonias de magia negra murieron en el último mes en Malaui, linchadas por la muchedumbre, indicó este martes la policía del pequeño país africano.
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Los presuntos «vampiros» fueron golpeados a muerte por la muchedumbre en tres incidentes distintos ocurridos en el distrito de Mulanje, en el sur del país, dijo a la AFP un portavoz de la policía de Malaui, James Kadadzera.
En el último incidente, ocurrido el domingo, dos personas fueron linchadas porque «se sospechaba que bebían sangre», explicó Kadadzera.
En otro incidente, un jefe local fue asesinado por ser un presunto cómplice de los «bebedores de sangre», explicó el oficial.
«No existe ninguna prueba de la existencia de estos bebedores de sangre y nadie se ha quejado a la policía», dijo Kadadzera, que acusa a la población local de «haber querido tomar la justicia en sus manos».
La policía movilizó a un centenar de sus hombres para devolver la calma a la región.
La existencia de vampiros es objeto de rumores e incidentes recurrentes en Malaui, un pequeño país del este de África, donde las creencias populares están muy arraigadas.
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En los años 1970, el gobierno del ex dictador Kamuzu Banda fue acusado de matar a los habitantes de un barrio popular de Blantire para vender su sangre a su vecina Sudáfrica, entonces bajo el régimen del apartheid.
Y en 2003, la policía detuvo brevemente a un periodista que difundió en una radio una entrevista con un hombre que aseguraba que su pueblo fue atacado por vampiros.
Cabe mencionar que debido al temor en el país producto de la aparición de «vampiros», la ONU decidió retirar a su personal de la mencionada zona para resguardarlos ante posibles ataques.
«Estos distritos han sido muy afectados por historias recurrentes de ingesta de sangre humana y la posible existencia de vampiros», indicó en un reporte el Departamento de Seguridad de la ONU (UNDSS).
Por su parte, el coordinador de Naciones Unidas Florence Rolle admitió a Reuters que «algunos empleados de la ONU han sido reubicados mientras que otros siguen en los distritos dependiendo de lugar de las operaciones».