El líder del ataque armado a Fuerte Paramacay, estratégica guarnición militar del norte de Venezuela, fue capturado en medio de una nueva escalada de tensiones entre Caracas y Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, dijo evaluar una «opción militar» en el país petrolero.
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El ex capitán Juan Caguaripano Scott, de 38 años, fue arrestado en Caracas luego de haber comandado en la madrugada del domingo el asalto de una veintena de hombres a la base ubicada en el estado Carabobo (norte), informó este viernes el ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino López.
Se capturó a «los autores materiales e intelectuales del asalto paramilitar y terrorista», en el cual se había extraído armamento, escribió Padrino en Twitter.
Igualmente fue detenido el teniente primero Jefferson García, responsable de la custodia de las armas, acusado de haber filtrado información a los asaltantes sobre la seguridad del fuerte.
https://twitter.com/NestorReverol/status/896190905639739392
Los dos fueron atrapados por policías tras haber sido identificados en una alcabala en La California, en el este de Caracas. «Trataron de evadir un punto de control, se inició una persecución y se dio con estos individuos», expresó Padrino en posteriores declaraciones a la televisora estatal VTV.
Dos de los atacantes fueron abatidos el domingo en combates que se prolongaron por tres horas y ocho fueron detenidos, entre ellos un hombre herido; pero varios siguen en fuga.
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«Estamos persiguiendo a este grupo de criminales, terroristas, porque esto no se va a quedar así», aseveró Padrino.
– Presión en alza –
El arresto de Caguaripano, quien estaba en el exilio tras ser expulsado en 2014 de la Fuerza Armada por rebelión y traición, coincidió con la advertencia de Trump sobre «una opción militar» frente a la grave crisis venezolana, entre protestas contra el presidente Nicolás Maduro que dejan 125 muertos en poco más de cuatro meses.
«Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo una posible opción militar si es necesario», dijo Trump desde su club de golf en Nueva Jersey, donde está de vacaciones.
Un día antes, Maduro ordenó a su canciller, Jorge Arreaza, gestionar una «conversación personal» con Trump, telefónicamente o en el marco de la Asamblea General de la ONU, en septiembre, en Nueva York.
Washington ha impuesto sanciones financieras contra Maduro y varios de sus exfuncionarios y colaboradores por haber avanzado en una Asamblea Constituyente instalada la semana pasada y calificada por la oposición venezolana como una maniobra para instaurar «una dictadura».
– «Rebelión» –
Entre las señales de rechazo internas y externas a la Constituyente, se produjo el asalto del domingo pasado.
Poco antes del sorpresivo ataque, en un video difundido por redes sociales, Caguaripano -escoltado por uniformados con armas largas- se había declarado en rebelión contra lo que denominó una «tiranía ilegítima».
Maduro, el jueves, vinculó al gobierno estadounidense con el suceso. «Han vuelto los métodos brutales de golpe de Estado (…). El asalto terrorista al Fuerte Paramacay, repelido por la Fuerza Armada Nacional, es la expresión de la nueva era Trump», aseguró en un discurso frente a los 545 constituyentes.Los asambleístas regirán al menos por dos años en el país caribeño, con poderes absolutos.
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