Dos menores de edad han sido víctimas mortales de la enfermedad conocida como Mal de Chagas, que se adquiere por la picadura de un animal conocido como chinche o por contacto con sus heces u orina o la contaminación del agua o alimentos con el mismo.
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Tres hermanitos, oriundos de Bolívar, Colombia fueron trasladados a un centro asistencia luego que se le presentaran síntomas como fiebre.
“primero fue fiebre, todos tres. Luego ya esta última semana se les fue hinchando la cara”, dijo la mamá de los menores al portal Chica Noticias.
Los tres niños fueron internados en UCI, pero dos de ellos lamentablemente fallecieron este viernes.
Hernando Pinzón, sub director de la Casa del Niño de Cartagena, afirmó que desde 20 años no se reportaban casos de muerte por esta enfermedad en la clínica, además, precisó que no tenían el antecedente de chagas en la región de donde estos insectos provienen.
La enfermedad, también conocida como tripanosomiasis americana, se transmite a los seres humanos principalmente por las heces u orina de insectos triatomíneos conocidos como chinches, y causa lesión cutánea o una hinchazón amoratada de un párpado, fiebre, dolor de cabeza, agrandamiento de ganglios linfáticos, palidez, dolores musculares, dificultad para respirar, hinchazón y dolor abdominal o torácico.
Según la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad de Chagas, también llamada tripanosomiasis americana, es una enfermedad potencialmente mortal causada por el parásito protozoo Trypanosoma cruzi.
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Se calcula que en el mundo hay entre 6 y 7 millones de personas infectadas por Trypanosoma cruzi, el parásito causante de la enfermedad de Chagas.
La enfermedad de Chagas se encuentra sobre todo en zonas endémicas de 21 países de América Latina, donde se transmite a los seres humanos principalmente por las heces u orina de insectos triatomíneos conocidos como vinchucas, chinches o con muchos otros nombres, según la zona geográfica.
Transmisión
En América Latina, el parásito T. cruzi se transmite principalmente por contacto con las heces u orina infectadas de insectos triatomíneos que se alimentan de sangre. Por lo general, estos viven en las grietas y huecos de las paredes y los tejados de las casas mal construidas en las zonas rurales y suburbanas. Normalmente permanecen ocultos durante el día y por la noche entran en actividad alimentándose de sangre humana, de acuerdo con la OMS.
En general, pican en una zona expuesta de la piel, como la cara, y defecan cerca de la picadura. Los parásitos penetran en el organismo cuando la persona picada se frota instintivamente y empuja las heces o la orina hacia la picadura, los ojos, la boca o alguna lesión cutánea abierta.