La boda entre una ‘princesa’ lagarto y un alcalde del municipio de San Pedro Huamelula es una tradición de Oaxaca, unos de los estados de México. En esta ocasión quien celebra el rito es el mexicano Víctor Aguilar, junto a la hembra de lagarto llamada ‘Emma Narváez’.
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Los pueblos chontal y huave celebran esta tradición. El origen de este rito está en la llegada de los chontales en tiempos prehispánicos a la región costera de Oaxaca, en la ribera del Pacífico mexicano, donde entraron en conflicto con los huaves que poblaban la zona. Ambos pueblos clamaban tener el poder para atraer las lluvias y las buenas cosechas.
A pesar de los conflictos de estos pueblos, la hija del rey huave y el hijo del rey chontal se enamoran y se casaron.
Según las creencias del lugar, los huaves podían convertirse en diferentes animales y decidieron que la princesa llegaría a las tierras chontales convertida en lagarto. De este modo, los dos pueblos pactaron la paz en la boda.
Como parte de su tradición y del pacto de su paz, esta celebración la continúan realizando de forma simbólica con el alcalde en turno en representación del príncipe chontal y un pequeño lagarto vivo ocupa el lugar de la novia.
Los huaves le buscan al lagarto una madrina, quien le confecciona su ropa típica de la región, también la lleva a la Iglesia de San Pedro Apóstol, donde bautizan al animal con el nombre de la esposa del alcalde en turno.
En esta ocación el nombre de animal es Ema Narváez Muñoz que además llegó a la boda vestida de blanco.
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Esta tradición es parte de las fiestas patronales anuales de Huamelula.
Fuente: Infobae
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