Tres cabinas telefónicas instaladas en la emblemática plaza Times Square de Nueva York albergan en su interior el testimonio real de ciudadanos de decenas de países que decidieron compartir con el mundo su historia de inmigración.
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Esta instalación interactiva, inaugurada hoy por el artista afganoestadounidense Aman Mojadidi, permite al público descolgar el teléfono y escuchar las voces de migrantes neoyorquinos que cuentan en primera persona sus experiencias personales tras abandonar sus países de origen en busca de una vida mejor.
Mojadidi puso en marcha esta iniciativa, que lleva el título de «Érase una vez un lugar», después de haber grabado y recopilado durante varios meses decenas de testimonios como parte de un trabajo de campo para la organización Times Square Arts.
Un total de 70 testimonios orales de inmigrantes de toda clase y condición, que durante entre dos y quince minutos cada uno, hablan de su historia, de los motivos que les llevaron a emigrar y de por qué terminaron en Nueva York.
El proyecto, que incorpora historias de migrantes de América Latina, África, Asia, Europa y Oriente Medio, tiene como objetivo «conectar al público con las travesías de otras personas a través del simple acto de coger un teléfono» y demostrar que todos ellos se encuentran unidos por una misma decisión: mudarse a Nueva York.
«La inmigración, más que algún tipo de carga social, cultural, económica o política, es en realidad el cimiento y el alma de grandes ciudades globales como Nueva York», afirmó el artista en un comunicado.
«La humanidad no puede ni debe estar limitada por fronteras geopolíticas definidas arbitrariamente, que se han mantenido contundentemente a lo largo de la historia y que nunca reflejarán la verdadera realidad de la experiencia humana contemporánea», añadió.
La instalación se encuentra emplazada en la plaza Duffy, entre la calle 46 y la séptima avenida, y estará abierta al público por un tiempo limitado.
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