El vicepresidente Jorge Glas expresó hoy que no tiene porque aparecer en la lista de los funcionarios que recibieron sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.
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“Que venga la famosa lista porque todo el mundo está podrido de la famosa lista, pero en lo que respecta a Jorge Glas, que se investigue todo”, dijo Glas
“No tengo porque aparecer” agregó el vicepresidente reelecto el pasado mes de abril.
El pronunciamiento de Glas se produjo hoy 01 de junio de 2017, el mismo día en que se espera que las autoridades de Brasil entreguen a las Fiscalías de ocho países las primeras pruebas de los sobornos perpetrados por Odebrecht.
El fiscal general de Ecuador, Carlos Baca, de viaje en Brasil, adelantó que la investigación en el país sería “extensa” y que se difundiría en la plataforma web de esa institución solo después de corroborar y comprobar los datos, “conforme pueda hacerse pública”.
Según Glas, la “empresa corruptora señala y acusa y parece que ahora se convierte en juez”, por eso, dijo, la Fiscalía debe hacer las investigaciones necesarias, ya que no pueden comenzar a “tirar nombres” y dañar la honra ajena.
“Si alguien está involucrado en algo tendrá que tendrá que responder ante la justicia”. Pese a que previamente la Fiscalía enfatizó en la reserva con la cual desarrollará la pesquisa, Glas aseguró que la investigación debiera hacerse con “celeridad”.
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“La famosa lista que la traigan y la hagan pública, la que no la debe no la teme”, señaló Glas que realizó este jueves en Guayaquil sus primeras actividades públicas desde la posesión del nuevo Gobierno el pasado 24 de mayo.
Glas también explicó que la vicepresidencia de la República no se ha trasladado a Guayaquil, como se había mencionado. Dijo que el despacho del vicepresidente se mantiene en Quito, donde trabajará de lunes a miércoles, y desde el jueves atenderá desde las oficinas en Guayaquil y también visitará otras provincias como Manabí y Esmeraldas.
El domicilio de la familia Glas sí se ha trasladado a Guayaquil, tras diez años de residir en Quito. Dijo que fue un pedido de su esposa y sus dos hijos, ya que uno de ellos iba al bachillerato y quisieron matricularlo en el régimen Costa.
Con información de El Comercio