«Una de cada diez mujeres en Ecuador fue víctima de abuso sexual cuando era niña o adolescente». Es una de las cifras, apenas «la punta del iceberg», con las que Unicef lanza una campaña contra este tipo de violencia en el país, donde algo más de la mitad de los 16,5 millones de habitantes son mujeres.
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«Aunque tenemos esa cifra de uno de cada diez, creemos, y no solamente en Ecuador, que la dimensión del problema va mucho más allá que ese porcentaje», dijo a Efe el representante de Unicef en Ecuador, el sudafricano Grant Leaity, al comentar que una de cada cuatro víctimas en el país «nunca» lo denunció.
Aseguró que las víctimas callaron por temor a las consecuencias, por vergüenza, por impotencia o por miedo a las amenazas.
Basándose en datos oficiales, Leaity indicó que el 65 % de los casos de abuso sexual los cometieron «familiares y personas cercanas a las víctimas» y que, de los familiares que abusaron, «casi el 40 % abusó varias veces de la misma víctima y el 14 % lo hizo de manera sistemática».
«Los datos son alarmantes, pero son apenas la punta del iceberg», dijo al asegurar que también hay menores varones que han sido víctimas, pero no se conocen las cifras.
El representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia añadió que a una de cada tres víctimas de abuso sexual «nunca le creyeron» y que del total de casos de abuso sexual, sólo el 15 % fue denunciado, «y sólo el 5,3 % sancionado».
Son algunas de las cifras que Unicef quiere exponer por medio de la campaña «Ahora que lo ves, di no más», que presenta hoy y con la que no sólo pretenden alertar sobre la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, sino formular un llamamiento para toda la sociedad a que también combata ese tipo de violencia.
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«Esto no se resuelve por solamente una instancia. Es un problema muy complicado y requiere corresponsabilidad de los padres de familia, de las autoridades locales y nacionales», indicó al comentar que se trata de un fenómeno que no sólo afecta a Ecuador sino que ocurre en el mundo en diferentes niveles.
Por ello, Unicef desarrolla programas contra la violencia infantil en 70 países pues «prácticamente no existe una región donde esto no se presente como un problema, una preocupación», comentó.
«Si bien en Ecuador, ha habido grandes avances en los ámbitos de salud y educación, consideramos que el tema de la violencia contra la niñez y abuso sexual, en particular, es todavía un pendiente», señaló al recalcar que la situación «es grave» y «topa todo nivel de la sociedad».
Con apoyo de cantantes locales como Daniel Betancourth, Karla Kanora, Mirella Cesa e Israel Brito y figuras de la televisión, Unicef quiere llegar a la población con mensajes a través de medios de comunicación y redes sociales para recalcar también en la importancia de no callar ante la violencia.
Unicef, que pretende mantener la campaña hasta fines de año, también trabaja con instancias estatales para erradicar la violencia sexual y en la capacitación de jueces en temas de violencia de género.
La organización de la ONU desarrollará, además, talleres para expandir el mensaje de lucha contra el abuso sexual infantil, cuyas consecuencias, «sobre todo las mentales, son normalmente para el resto de la vida», indicó Leaity.
«Las personas (abusadas) tienen vergüenza, no tienen muy buena autoestima, tienen desconfianza a veces de su familia, de las autoridades y de la sociedad en manera general», dijo al considerar que es «entendible» que se trata de un tema «delicado» cuando la mayor parte de hechos ocurren en el seno familiar.
Junto con la organización no gubernamental ecuatoriana Ecuador Dice No Más, buscan también hacer un llamamiento a las víctimas y a los testigos para que no callen.
«El silencio, finalmente es la complicidad, es aceptar que ese es un fenómeno que es así. Lo que hay que hacer es romper este silencio», dijo al reiterar que por eso piden a la sociedad que diga «¡No Más!». EFE
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