Hace 15 años, el 11 de abril, es una de las tantas fechas inolvidables para muchos venezolanos, indistintamente cuál sea su inclinación política.
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Desde el chavismo los hechos ocurridos ese día, que marcaron la historia venezolana, es un «golpe mediático». Para los opositores significó un día de luto y culpan a quien fue el presidente en ese momento: Hugo Chávez.
Lo que se ha documentado del 11 de abril de 2002 es que en el Puente Llaguno, ubicado en el centro de Caracas, simpatizantes del chavismo y de la oposición se enfrentaron cuando estos últimos intentaban llegar al palacio presidencial de Miraflores para pedir la renuncia del fallecido presidente Chávez.
En medio de los enfrentamientos en un país marcado por la polarización política, un canal de televisión venezolano mostró imágenes de cuatro hombres parapetados en las defensas del puente y disparando hacia abajo.
Luego de un juicio, se señaló que las imágenes difundidas de los hechos ocurridos habían sido manipuladas.
Varias personas resultaron muertas a causa de los disparos que se registraron en Puente Llaguno, sucesos por los que finalmente fueron condenados diez miembros de la Policía Metropolitana de Caracas, entre agentes y oficiales, al mando del alcalde de entonces, el opositor Alfredo Peña.
El 11 abril de 2002 en el marco de una huelga convocada por el gremio empresarial y protestas ciudadanas generalizadas, Hugo Chávez fue desalojado del poder por casi dos días.
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En ese lapso, el empresario Pedro Carmona asumió la Presidencia, hasta que militares y miles de simpatizantes de Hugo Chávez, que salieron a las calles de Caracas y otras ciudades pidiendo su restitución en el poder, consiguieron su retorno.
Durante los dos días que duró el golpe murieron 19 venezolanos y aunque el Gobierno de Hugo Chávez acusó a «francotiradores», la causa de varios de estos decesos nunca fue aclarada.
