La Policía Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional arremetieron contra los opositores que esperaban marchar desde Plaza Venezuela hasta la sede de la Asamblea Nacional (AN) para exigir la restitución del hilo constitucional, luego que el Tribunal Supremo de Justicia emitiera dos sentencias que limitaban la inmunidad parlamentaria y despojaba al ente legislativo de sus funciones.
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Las fuerzas de seguridad impidieron a los opositores concentrarse en Plaza Venezuela, Los Cedros y la avenida Libertador, donde se instalaron contingentes antimotines que lanzaron bombas lacrimógenas, perdigones y gas pimienta contra los diputados y opositores.
En las refriegas opositores – algunos encapuchados- respondieron a los ataques de las fuerzas de seguridad con piedras. Desde los edificios de la Misión Vivienda en la avenida Libertador lanzaron objetos contundentes contra los manifestantes.
Varios dirigentes políticos resultaron afectados por los gases de las bombas lacrimógenas y otros denunciaron que los colectivos dispararon hacia la marcha.
