Un colectivo de personal del colegio La Condamine en Quito, exalumnos y padres de familia, salieron en hoy 6 de febrero en defensa de uno de los profesores de la institución, acusado de violación sexual a un menor de cinco años dentro del plantel.
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«Durante mucho tiempo nos hemos callado en aras de proteger la vida de dos inocentes», apunta el colectivo en la carta publicada también en Twitter.
De acuerdo a los miembros de la institución, el profesor acusado ha sido víctima del señalamiento sin evidencia de personas en las redes sociales, violando así el derecho de la persona en cuestión a la presunción de inocencia a «un hombre de hoja de vida intachable».
«Nuestra firme convicción es que la persona acusada ha sido difamada, atropellada, insultada y su honor ha sido mancillado, de manera absolutamente injustificable en las redes sociales donde se lo ha condenado, como si fuera ese el espacio propicio para tales efectos, y no los tribunales de justicia de la República, como manda la ley», expresaron en el comunicado emitido hoy.
De acuerdo a las expresiones vertidas, cada clase de La Maternal está a cargo de una profesora y una asistente: es decir, en horarios de clase los niños están siempre, al menos, con dos adultos. Aseguran también que en los tiempos de recreo los menos están acompañados de 15 adultos entre profesores y asistentes, en áreas designadas para el recreo y de donde no pueden ser retirados, «pues siempre están bajo la vigilancia de todo un equipo de adultos responsables de su seguridad».
«El conjunto de la reacción social frente a casos de abusos sexuales a menores de edad suele provocar, por ser un tema de altísima sensibilidad en la población, juicios precipitados y por ende una tendencia a dar por hecho la más abominable de los escenarios, sin verificar las evidencias, haciendo señalamientos y acusaciones a personas concretas, violando así el derecho constitucional a la presunción de inocencia», señaló el colectivo.
¿Qué más dijo el colectivo?
Dicho grupo también mostró preocupación sobre el hecho de que, ante la ausencia del abogado del acusado por causa de «un accidente», se le asignó un defensor público desconocedor del caso, a juicio del colectivo.
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Al acusado se le había declarado inocente en un primer juicio, pero una apelación en la sala penal anuló la primera decisión y emitió el caso a un nuevo juicio, donde entonces fue declarado culpable y sentenciado a 22 años de prisión, sin que fueran requeridos los testimonios del colectivo, según denunció el propio grupo.
Seegún explicaron, con su defensa al profesor no quieren decir que el niño –de siete años de edad actualmente– no haya sido posiblemente víctima de abuso sexual, sino que el profesor acusado no es el verdadero culpable.
«Somos los primeros interesados en que se encuentre el verdadero culpable», indicaron.
El colectivo hizo un llamado a la ciudadanía permitir a la justicia «actuar libremente» y que eviten exacerbar los ánimos, en aras de que se aclaren los hechos, que de acuerdo al grupo jamás pudiera haber tenido lugar en el colegio.
«Este clima pasional es estimulado irresponsablemente por las redes sociales en donde, por desgracia, ciertos usuarios se amparan en el anonimato y otros, en número mayoritario, emiten comentarios bien intencionados y, lamentablemente, asimilan y reproducen la información en forma irreflexiva», sostuvieron.