Personas de todas partes de Estados Unidos y hasta de fuera del país han viajado esta semana para ser parte de la Inauguración Presidencial de quien se convertirá en el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
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Pero un grupo específico de personas está desde mucho antes ya en Washington D. C., algunos desde hace décadas. El número de deambulantes en las calles de la capital de la mayor potencia del mundo es alarmante y aunque muchos han experimentado ya las transiciones presidenciales, ese cambio no se ha reflejado en mejor calidad de vida para ellos.
“Yo no creo que él tenga ningún plan para resolver la situación de los deambulantes”, dijo Shery Anderson, de 61 años, en referencia al presidente entrante, Donald Trump.
“No iré”, afirmó Tracey Douglas, deambulante de 50 años. “No solamente yo, mucha gente no va a estar porque como yo no les gusta Trump”, añadió, al tiempo que dijo que no cree que nada vaya a cambiar para los deambulantes bajo la nueva administración.
Douglas hacía una larga fila para recibir un plato de comida de la mano de un programa auspiciado por Chatholic Charities de la arquidiócesis de Washington.
“Recibimos entre 225 y 300 deambulantes todos los miércoles. Comenzamos el programa hace aproximadamente tres años”, explicó Joan Brown, miembro del grupo encargado del programa de asistencia.
Así viven los deambulantes en Washington
De acuerdo con estadísticas presentadas en la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos en diciembre de 2016, en Washington D. C. hay 124 deambulantes por cada 10 mil personas. Muchos de ellos, sin embargo, no andan por las calles estos días.
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“Una mujer que es activista y que acostumbra alimentar a los deambulantes siempre regresa y nos trae meriendas. Pero hoy esa bandeja de emparedados está llena y no encontró tantos deambulasteis para repartirlos porque creo que han sido removidos de la ciudad, como hicieron en Brasil para los Juegos Olímpicos”, dijo Philipos Melaku, de 55 años.
Melaku duerme en una casa de acampar a solo pasos de la Casa Blanca. El hombre, deambulante desde 1981, aseguró que desde las pasadas elecciones del 8 de noviembre ha sido maltratado por seguidores del presidente electo, Donald Trump.
“Sabemos que por lo menos en esta ciudad un alto nivel de deambulantes son afroamericanos o latinos”, expresó.
De acuerdo con el New York Times, el número de deambulantes en Washington D. C. duplica el promedio de deambulantes en toda la nación estadounidense. Según al censo más reciente, 17.3 % de los residentes del Distrito de Columbia vive bajo pobreza, lo que agudiza la situación.
Algunos mantienen la esperanza viva y piensan que si hay voluntad, el nuevo presidente Donald Trump y los demás miembros de la nueva administración republicana pueden traer un cambio positivo para los deambulantes.
“Creo que hay un potencial muy grande, si prestan atención a las voces, si prestan atención a los problemas reales de la sociedad, que no están siendo hacia ninguna parte, sólo creciendo”, indicó Wayland Wilson, de 37 años.
Para el deambulante, el gobierno federal debe emular la labor de organizaciones sin fines de lucro que se dedican a rescatar y rehabilitar personas de las calles.
“Creo que no hay una llave mágica para resolver las cosas, pero hay preguntas con respuestas básicas”, afirmó.
David Cordero/ MWN