Nardya Miller tiene 25 años. Ha convivido toda su vida con fibrosis quística, una enfermedad genética que ataca los pulmones y el aparato digestivo, que se ven afectados y obstruidos por una gruesa mocosidad. Pero, durante 23 años no le impidió mantener una vida normal. Sin embargo, desde que un trasplante de pulmones fue rechazado por su cuerpo, las esperanzas comenzaron a perderse.
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Hace poco, sus médicos anunciaron a ella y su familia que solo tendría una semana de vida. Mañana se cumplen los siete días más intensos de la existencia de Nardya.
Su prometido, Liam Fitzgerald, dice que pasa las últimas horas al lado de su amada novia. Y cuenta que no fue la fibrosis quística lo que se lleva la vida de Nardya, sino la incompatibilidad del trasplante pulmonar al que fue sometida hace ya dos años.
Nardya emitió unas palabras a través de su cuenta de Instagram desde la habitación de cuidados intensivos. La joven pretende concientizar al mundo respecto de la donación de órganos. Pero también para que vivan su vida con intensidad, cada segundo.
En su perfil de Facebook, también emitió un mensaje: «No se preocupen, sean felices«.
Nardya llega a su final, pero su mensaje perdurará
«Quizás te conocí toda mi vida. Quizás te conocí por diez años, tal vez tan solo un momento. Pero en menos de una semana nunca más te veré, nunca más veré tu rostro, nunca más te hablaré, tocaré, abrazaré. Pero siempre te amaré, y las amistades que construimos y los recuerdos que tuvimos. Las cosas no siempre se dan como las planeamos en vida, habrá muchas cosas que nunca tendré, lugares a los que nunca iré y cosas que no veré. Pero siempre estaré mirando. Siempre. Sonriendo. Porque estuve aquí. Nunca me rendiré. Como siempre. Ahora estoy simplemente dejándolo ir. Y, por favor, les ruego que vivan su vida de manera plena«. Fuente: Infobae
