El presidente Rafael Correa, aseguró hoy que dejará al próximo Gobierno, que asumirá en mayo, un país con la economía en crecimiento y estabilizada pese a los problemas por los que ha atravesado en los últimos años.
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En un discurso durante la celebración de una década de Gobierno, recordó que su Administración ha sufrido en los últimos años las consecuencias de situaciones externas como la apreciación del dólar y la caída del precio del barril de petróleo, uno de los principales productos de exportación de la nación.
También se lamentó de que Ecuador haya sido obligado a pagar cerca de 1.100 millones de dólares en seis meses a empresas petroleras extranjeras, en medio de procesos ante tribunales internacionales.
Según Correa, su Administración ha desarrollado mecanismos para mejorar la recaudación tributaria en el país donde -dijo- la dependencia petrolera ha bajado «drásticamente».
«El ingreso petrolero ha sido apenas una quinta parte de los ingresos del Gobierno central, cuando antes era casi la mitad, y en los dos últimos años ha sido cero para el Gobierno Central», anotó al considerar que Ecuador es «el país que mejor ha utilizado su riqueza petrolera para disminuir pobreza y desigualdad».
Añadió que en estos años, han logrado que «cerca de dos millones de ecuatorianos salgan de la pobreza» con programas que atacaron las causas estructurales de la pobreza, entre las que mencionó, educación incompleta, empleo inadecuado y falta de acceso a servicios básicos.
Su discurso lo pronunció ante una multitud en la ciudad costera de Guayaquil (suroeste) y acompañado en la tarima por su vicepresidente, Jorge Glas, ahora con permiso sin sueldo por su participación en la campaña electoral en la que busca la reelección, y de Lenín Moreno, su exvicepresidente y candidato a sucederle en el poder en los comicios de febrero próximo.
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«Hemos tenido tiempos muy difíciles, pero ha sido cuando mejor hemos gobernado. En los últimos dos años, las exportaciones se han desplomado casi un 40 por ciento, algo sin precedentes, casi 10.000 millones de dólares en pérdidas», dijo.
Agregó que por primera vez desde que el país exporta petróleo, «en lugar de recibir ingresos de Petroamazonas y Petroecuador (empresas públicas), tuvimos que darles 1.600 millones para evitar que quiebren, como estaba pasando con muchas petroleras alrededor del mundo».
El gobernante recordó también los desastres naturales que han afectado al país en los últimos años, como la reactivación del volcán Cotopaxi, una fuerte temporada invernal y el terremoto del 16 de abril pasado, que dejó más de 600 fallecidos y pérdidas materiales por más de 3.000 millones de dólares.
«Muchos esperaban que la economía colapsara (…). No solo que la economía no ha colapsado, sino que ya muestra importantes, claros signos de recuperación y todo esto sin los paquetazos que, por mucho menos de lo que hemos tenido que enfrentar, nos daban cada año los partidos políticos de antaño, los gobiernos del viejo país», dijo.
El presidente, que asumió su primer mandato en 2007, aseguró que Ecuador ha «superado la recesión con un mínimo costo y en tiempo récord».
Añadió que se prevé para 2017 un crecimiento de 1,4 %. «Dejaremos al próximo Gobierno una economía en crecimiento y estabilizada», subrayó.
Según un informe publicado en diciembre por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la economía ecuatoriana cerró 2016 con una contracción del 2 % y el organismo estima que este año se produzca un crecimiento de alrededor del 0,3 % y una inflación del 1,5 %.
Fuente: EFE