Las compras de última hora son aprovechadas por los vendedores informales de las calles de Quito.
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Hay muchos que se lanzan la aventura de llevar su mercancía a la avenida Amazonas al festival de años viejos.
Se ofrecen desde máscaras, monigotes, aguas, colas, pelucas, y un sin fin de ofertas que los presentes compran al verlos.
«Siempre hay personas que se le olvidan detalles de última hora y nos compran a nosotros», expresó Pablo Zambrano, quien ofrece bebidas gaseosas y pelucas a lo largo de la avenida Amazonas.
Zambrano esperaba irse a casa con al menos unos 50 dólares para cerrar el año con una buena venta.
La cosa no ha estado fácil este 2016, esperemos que el 2017 traiga más empleo. Mucha gente ha perdido su trabajo y ha tenido que recurrir a la venta informal para seguir adelante», agregó.
No solo la venta informal acuden al festival de años viejos. Los locales presentes a lo largo de la avenida Amazonas abren sus puertas y hacen ofertas el último día del año para vender algunos productos.
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«Se suele vender bien el último día del año porque viene mucha gente para acá » expresó un comerciante chino de uno de los distintos almacenes de ropa que hacen vida en la avenida Amazonas y que prefirió no dar su nombre.
Los locales de comida también hacen sus estrategias y promociones para llenar sus mesas el 31 de diciembre.
Cerrar el año con buenas ventas es prioridad para algunos antes de regresar a sus casas a compartir en familia la llegada del Año Nuevo.