El centenario Joseph Iscovitz, un militar retirado que fue testigo hace 75 años del bombardeo japonés de la base naval de Pearl Harbor (Hawai), pensó que no iba a sobrevivir a aquellas bombas, pero no se considera un «héroe».
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Iscovitz, entrevistado por CBS en su hogar de Margate (Florida), rememoró con ayuda de su hijo Doug el acontecimiento de 1941 que hizo que Estados Unidos fuera parte beligerante en la II Guerra Mundial, del que se cumplen hoy 75 años.
Doug Iscovitz contó que su padre, que se retiró de la Fuerza Aérea con el grado de sargento, estaba sentado dentro de una tienda de campaña cuando escuchó de repente el ruido de unos aviones sobrevolando el lugar, el 7 de diciembre de 1941.
«Cuando salió pudo ver que eran aviones japoneses e incluso llegó a ver las caras de los pilotos», dijo su hijo.
Joseph Iscovitz también presenció la caída de las bombas sobre los barcos, vio estallar el navío Arizona y salir una gran bola de fuego y después le dieron una pistola ametralladora para que defendiera Pearl Harbor de una posible invasión japonesa.
«No pensé que iba a sobrevivir», señaló el propio Joseph Iscovitz, quien, según su hijo, muchas veces le ha contado lo asustados que estaban él y sus compañeros y también le ha dicho que no se considera un héroe en absoluto.
«Héroes son los que no volvieron», subrayó Doug Iscovitz.
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El hoy centenario «ni siquiera quería hablar del ataque porque fue una experiencia aterradora. Todo el mundo estaba asustado», relató su hijo.
Joseph Iscovitz, que estuvo 24 años en las Fuerzas Armadas y se retiró como sargento, visitó Pearl Harbor hace 15 años junto con su hijo y llevó su gorra y camisa de superviviente para visitar el Arizona Memorial.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, honró hoy a los veteranos que lucharon y a los fallecidos en la batalla de Pearl Harbor coincidiendo con el 75º aniversario de aquel episodio histórico, y subrayó que aquella generación «es la espina dorsal de la clase media» actual.
«Un ataque repentino y no provocado convirtió un puerto tranquilo en un mar de llamas», recordó el mandatario en un comunicado.
«Más de 2.400 patriotas estadounidenses perdieron la vida en el ataque a Pearl Harbor, militares y civiles, hombres, mujeres y niños (…). En las horas posteriores al ataque, el presidente (Franklin D.) Roosevelt prometió que ‘el pueblo estadounidense en su poderío justo ganaría con la victoria absoluta’. Gracias al heroísmo de una generación, lo hicimos», aseveró el presidente.