En Quito, la Secretaría de Ambiente arrancó la campaña de inscripción Declaratoria de Árboles Patrimoniales 2016, la cual estará abierta hasta el 15 de noviembre.
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En este proceso de declaratoria se privilegiará a los árboles de las parroquias rurales, que pertenezcan preferiblemente, a especies nativas o a ejemplares foráneos que tengan condiciones de tamaño, salud y belleza notables.
También se permitirá la inscripción de ejemplares de especies “paraguas”; esto es, que permitan proteger una significativa área y especímenes que se encuentren en peligro de extinción.
Quienes podrán nominar especies de árboles para esta campaña son: personas naturales mayores de edad; personas jurídicas nacionales o extranjeras; propietario del predio o personas autorizadas (para árboles en propiedad privada); y la directiva del barrio, condominio, el representante de la asociación de vecinos del lugar; o ciudadanos, que vivan en el sector, esto aplica para árboles que están en lugares públicos.
Para registrar las postulaciones, se debe llenar el formulario que consta en la página web: http://www.quitoambiente.gob.ec/ambiente/index.php/postulacion-arboles-patrimoniales?view=form.
Para la inscripción, aparte de las condiciones propias del árbol, se deberá sumar información sobre la historia de la especie. Por ejemplo: cuándo y quién lo plantó; qué edad aproximada tiene; relevancia en la vida social del barrio, vecindario, parroquia, colegio, etc.; anécdotas o hechos curiosos acerca de este árbol.
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También puede añadirse datos relacionados con la existencia de alguna poesía o canción que se haya dedicado o compuesto bajo su sombra.
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Además, se deberá adjuntar dos fotografías de cada árbol en las que se pueda apreciar sus mejores características. Es preferible que las fotografías los enfoquen desde distintos ángulos y en plano general.
Los árboles patrimoniales se destacan por una o varias características de tipo biológico, paisajístico, histórico, cultural o social, y que previo el cumplimiento del procedimiento correspondiente, es declarado como tal.
Esto permite a los ejemplares formar parte del patrimonio cultural, lo que implica su protección, reconocimiento y conservación. Es decir, no pueden ser cortados, dañados, mutilados, ni destruidos en su estado o aspecto.
Si existe un riesgo inminente para personas o propiedades, esta situación deberá será oportunamente analizada por las autoridades municipales, ambientales y técnicas correspondientes, según lo establecido en la normativa vigente.
En Quito, más de 350 árboles han sido declarados como patrimoniales