Ecuador es un país donde la incidencia de los dañinos rayos solares es mayor, pues recibe diariamente altas concentraciones de radiación solar. Por ello, es importante cuidar a los niños de los rayos UV para evitar futuras consecuencias.
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La luz solar tiene sus beneficios para los menores pues ayuda a la generación de la vitamina “D”. Pero el exceso de radiación solar puede causar una serie de percances a su piel, cabello y ojos y los menores son especialmente vulnerables.
El doctor Kléver Oyague, dermatólogo, señaló que exponer a los niños a la radiación solar que se registra en el país en horarios de la tarde es peligroso para ellos porque la piel tiene “memoria”.
“Si bien es cierto la radiación solar es buena para la salud del ser humano y se recomienda en los pequeños para la generación de vitamina D, hay que recordar que actualmente la radiación UV está muy intensa sobre todo a nivel de la línea ecuatorial y está afectando a niños muy pequeñitos”.
Oyague indicó que los efectos nocivos no se van a notar inmediatamente en la piel de los menores, pero cuando ellos lleguen a la edad adulta, pueden manifestar serios problemas incluso el cáncer de piel.
En Quito y Guayaquil los niveles de radiación UV suelen superar a diario los 7 puntos, incluso en días nublados o “frescos”.
Estos niveles de radiación UV considerados altos causan daños irreversibles a la piel como envejecimiento prematuro, arrugas, quemaduras, resequedad de los ojos, caída y debilitamiento del cabello y cáncer de piel.
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El médico pediatra Vladimir Vélez señaló a Metro que en los niños menores de cuatro años al tener menor tejido adiposo a nivel subcutáneo pueden provocar quemaduras de primer o segundo grado.
“En pacientes con predisposición a las alergias el exceso de sol puede causar la dermatitis atópica”, agregó Vélez.
Esta reacción cutánea consiste en erupciones pruriginosas y descamativas que se presentan, sobre todo, en los niños pequeños.
“La suma de múltiples quemaduras solares a lo largo de la vida de una persona hará que en algún momento la piel no pueda regenerarse y esto podría derivar en un cáncer de piel”, finalizó.
