Imprudencia por parte del personal del hotel o reacción exagerada por parte de los clientes, lo cierto es que esta anécdota ha levantado cierto revuelo internacional: según informa el diario británico Daily Mail, los turistas que descansaban junto a la piscina en un hotel de la isla de Fuerteventura (España) huyeron en estampida al ver que una empleada del hotel se paseaba entre las hamacas portando un rifle.
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Según el titular de Daily Mail, cundió el pánico porque a primera vista, los turistas interpretaron que se trataba de una terrorista del Estado Islámico y que corrían el riesgo de sufrir el atentado. El tabloide inglés recoge el testimonio de una inquilina del hotel que, supuestamente, presenció la escena de pánico. «Una mujer cogió su bolso y se fue corriendo a recepción, algunas personas se escondieron tras un muro, y un grupo de hombres corrió a refugiarse al bar.
La explicación es sencilla. Era la hora de una de las actividades de ocio que promueve el hotel: prácticas deportivas de tiro, y la monitora encargada se paseaba por la piscina en busca de clientes que quisieran participar. Al parecer, los ocupantes del hotel se precipitaron al interpretar que se trataba de un ataque terrorista, ya que los lugares turísticos son un objetivo declarado de la yihad.
